domingo, 28 de febrero de 2016

PROMETEOS DEL PULP EN ESPAÑA - EL ESPÍRITU DE LOS BOLSILIBROS

¿Serán Maricones del espacio? Nah...
Esta noche se celebra la gala de los Oscars, ya sabéis: esnobismo lacerante, ostentación indecorosa y espantajería gratuita. Para mí que quienes de verdad se merecen el Óscar no son los pijos de mierda esos que se hacen llamar actores y que la mayoría no sirven ni para tomar por el culo, no... quienes de verdad se merecen el Óscar son todos los negros y los hispanos que han estado montando ese patético tinglado para que las putas y los maricones de Hollywood hagan gala de sus mejores pintas de mamarracho. Espero que por lo menos se lo hayan pagado bien. A los negros y a los hispanos digo.
 
¿Os habéis dado cuenta de lo poco que duran últimamente las películas en cartelera? ¿Es posible que las producciones de la industria cinematográfica hayan alcanzado un nivel de obsolescencia vertiginosa? De nuevo, lo que antes se podía considerar cultura ahora sucumbe bajo el volumen de la producción, la avalancha de novedades, la locura de la cantidad. Menuda mierda.
 
Fue a comienzos de los noventa cuando la gran mayoría de nosotros nos quedamos perplejos y en estado de shock al recibir la magnífica Pulp Fiction. ¿Qué tenía esa película? ¿Era el director? ¿Era la interpretación de los actores? ¿Era la composición y la innovadora alteración del orden de las secuencias? ¿Su banda sonora tan bien escogida tal vez? Pues probablemente todos esos factores influyeron, sí... pero la esencia y el alma de la película estaba precisamente donde nadie la buscó: En su mismo título. Pulp Fiction era un homenaje (muy propio de Tarantino) a un género de novelas que desaparecieron mientras el exagerado uso del televisor comenzaba a acrecentarse de forma exponencial. Otra parte importante del éxito de la película fue de la mano de Roger Avary, quien se sacó de la manga lo de montar la cinta con el orden de las secuencias alterado. Avary quedó relegado al olvido mientras que Tarantino aún bebe de la fama que le reportó Pulp Fiction... es por eso por lo que le perdí parte de mi simpatía.
 
En España fueron muchas las colecciones de Bolsilibros, así los llamaban, que vivieron durante la década de los cincuenta hasta prácticamente finales de los ochenta. Ciencia ficción imposible; historias de pesadilla; misiones de agentes secretos de las SS; aventuras en el viejo y lejano oeste; erotismo y folleteo incluso... La calidad de dichos libros no estaba reñida para nada con el caudal de imaginación que en ellos se pudiera encontrar. Por desgracia, uno de los conceptos que está cayendo en desuso durante este siglo XXI es precisamente la imaginación. 

Para el que no lo sepa, esta portada
 es una copia descarada del 'Hero hero'
de los Judas priest. Palabra.
Después de los noventa los bolsilibros se fueron a la mierda puesto que era mucho más fácil ponerse a ver la tele que leer un libro. No digamos hoy en día, donde es más fácil sacar el móvil en el tren o en una sala de espera para escribir whatsapps antes que sacar un libro para ponerse a leer. Efectivamente, para el que no se haya dado cuenta, los avances de la tecnología nos han permitido crear dinosaurios en pantalla que son prácticamente reales (mi abuelo creía que eran de verdad cuando vio Parque Jurásico); se han rodado secuencias imposibles de catástrofes naturales, destrucciones del planeta Tierra, una animación de personajes sin parangón y unos efectos especiales que sí, que hace años nos hubiesen hecho flipar... pero a mí personalmente me hacen comparar con lo de antes y no me emociona para nada ver películas hechas en su 90% por ordenador. Sin embargo ahora flipo que pudieran rodar La guerra de las galaxias utilizando maquetas para grabar el combate de las naves y trucos de post producción para crear el efecto de los rayos láser. ¡Eso sí que era magia!
 
Total que, para el que no se haya dado cuenta aún, el alma verdadera de las películas no reside en el espectáculo visual sino en la profundidad de su contenido. Condenar al olvido la literatura barata ha contribuido a que se escriban unos guiones de peor calidad y, con ello, se están grabando unas películas carentes de profundidad con unos diálogos que rozan la crónica de lo obvio.
 
No pretende este post ser una llamada a la nostalgia ni persuadir a sus lectores para que abandonen las series interminables, los shooters en primera persona o el uso exagerado del móvil, no... Sólo queríamos transmitir que como CONDILOMA EDICIONES pretendemos revivir la magia de aquellos libros baratos que, lejos de ofrecer espectáculos visuales imposibles, nos ofrecían gran parte de la imaginación que hoy por hoy se está perdiendo.

¡Viva lo chusco!

-R-

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