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martes, 15 de abril de 2025

DE AQUÍ A LA ETERNIDAD - 1999 Y EL AÑO QUE MURIÓ LA MÚSICA QUE ME GUSTABA

 From here to eternity fue el último disco que compré recién salido en una tienda. Esto sucedió a mediados del año 1999, el año que para mí murió la música que me gustaba. Compré el disco absolutamente a ciegas, pues como mucho habría escuchado London Calling de los Clash (me refiero a la canción, no al disco), y debo decir que lo estuve escuchando muchísimo por aquel entonces. Me gustan todos los temas, e incluso el orden, de la primera a la última canción. Tal vez solo saltaría London Calling precisamente por estar demasiado manida. 


¿Podríais decirme vosotros algún otro disco del cual os gusten todas las canciones sin excepción? Tal vez sí, pero desde luego que éste no aparecería después de 1999. A eso es a lo que me refiero.

1999 estuvo marcado, para mí, por la publicación de los siguientes discos: Californication de los RHCP, Bury the hatchet de Cranberries y Surrender de los Chemical brothers. No digo que fuesen los mejores de ese año, obvio, pero sí me refiero a que fueron los que más corrieron por mi instituto. 

EDIT: Debía incluir en la lista el Hooray for boobies de Bloodhound gang :D 

Por contrapartida, por ahí asomaba ya el disco debut de Britney Spears (Facepalm); el Enema of the state de los Blink 182 (el disco que mató el punk rock tal como lo conocíamos en los '90);  el The real Slim Shady de Eminem (que daría la bienvenida a una nueva generación de aficionados al hip hop); el Significant other de Limp bizkit (que también daba la bienvenida a una nueva generación de aficionados al rap/nu-metal ese); Rage against the machine volvían con el muy descafeinado The battle of los Ángeles; Korn sacaron también el que sería su disco más flojo y por último el álbum debut de Slipknot, para mí el verdadero punto y final de la música que me gustaba. 

Supongo que NOFX lo tendrían bastante claro pues el disco que sacaban ese año se llamaría The decline. En el panorama patrio se nos moría Enrique Urquijo y Def Con dos sacaban el típico recopilatorio que presagiaba muerte.

Asimismo, en 1999 tuvo lugar uno de los acontecimientos más funestos en la historia de la música desde aquel "Día en que murió la música" que se llevó por delante a Buddy Holly y Richie Valens; me refiero al Woodstock '99 del cual poco se habló (por los motivos que menciono a continuación) hasta que hace poco hicieron un documental en Netflix y todo. Por lo visto fue un espectáculo totalmente caótico y bochornoso que terminó con violaciones, saqueo, incendios e incluso muertes. Como os decía no se habla mucho de ello pero lo cierto es que apoya mi teoría sobre el cambio de paradigma en lo musical.

Solo hay que ver los álbumes que vendrían al año siguiente, en el 2000, para darse cuenta que la cosa había acabado. Recuerdo que volvían Iron maiden con Dickinson en Brave new world y ahí ya te dabas cuenta que la cosa no volvería nunca a ser lo mismo. Eso por no hablar del New America de Bad religion que menuda puta decepción y luego toda la hornada de Linkin Park, Papa Roach o discos de punto y final como el Reinventing the steel de Pantera, el Conspiracy of One de The Offspring, el Pennybridge pioneers de Millencolin, Primitive de Soulfly, Numb nuts de Snuff, el Anniversary anthems de Toy dolls, el Rancid 2000 o Pump up the valuum de NOFX. Para mí, todos descafeinados o directamente decepcionantes :(

Además, tras los atentados del 11 de septiembre en 2001, el panorama musical cambió por el dolor y emergieron todas esas bandas sensibleras rollo Travis, Coldplay, Keane y similares. 

En fin, que esta semana he recuperado el álbum de los Clash y me ha venido esta reflexión a la mente. Durante un tiempo seguí comprando música, pero mayormente serían álbumes publicados antes del año 2000 o si lo eran me llevaba una decepción bastante gorda (Hefty fine de BHG, por poner un ejemplo).

A todo esto, os recomiendo From here to eternity. Es un buen disco para llevar en el coche, supongo que también me gusta por retrotraerme a una época donde podía comprar un disco a ciegas y llevarme un buen alegrón. No me ha vuelto a suceder, como mucho con Supervillanos de alquiler o algún otro de rap hispano.

-R-

viernes, 28 de marzo de 2025

AUTOCRÍTICA DEL MASACRE FECAL - NUESTRO NIÑO BONITO

Bien hallados entusiastas del tardeo mierdolero y demás lectores de nuevo cuño así en general, como últimamente estoy que no paro de sacar nuevos títulos todavía no había podido encontrar un momento para publicar nuestra típica reseña sobre MASACRE FECAL, una de nuestras publicaciones más queridas hasta la fecha. Y uno se puede preguntar: ¿Por qué es tan querida, si ese libro no lo has escrito tú? o ¿y qué tiene de especial este que no tenga, por ejemplo, Viaje al culo de tu padre?

Bien pues, para empezar, creo poder afirmar con toda seguridad que el segundo libro de nuestro buen amigo Elvemon es exactamente el tipo de publicación que andábamos buscando cuando analizábamos con rigor lo que debería ser la piedra filosofal de la alquimia literaria tal como nosotros la entendemos, vamos. Masacre fecal es un libro de humor, con capítulos cortos y desarrollo ágil. Tiene capítulos potentes y además ficción propia e hilarante. También podemos encontrar contenido extremo (o bueno, tal vez no de muy mal gusto pero sí tiene pasajes repulsivos o incluso sórdidos que se tratan con buen humor). Por otra parte, encontramos escenas cotidianas, recuerdos de juventud y situaciones que nos son cercanas. En cuanto a los personajes, de nuevo nos encontramos con los amigos de Elvemon que ya conocimos en su primer libro: Adolf Effemberg, Juf Christiansen, Pharrell McKencie... Vamos, un elenco de personajes estereotipados que cualquiera puede reconocer como alguien de su barrio, de su escuela, de su trabajo o que haya conocido en algún momento de su vida. También podríamos decir que el libro, pese a tratarse de un compendio de anécdotas, cubre a través de los recuerdos los momentos de la vida del personaje desde su infancia, pasando por la adolescencia, hasta el momento actual. Teniendo en cuenta que el final de un libro debería ser siempre apoteósico, el último pasaje cierra con una especie de final muy tocho, completamente loco y fuera de tono, que me recuerda un poco al final de la serie Alf, jajaja. 


Ni que decir tiene que la portada es de lo más llamativa, aunque es la menos agresiva de todas cuanto teníamos publicadas hasta el momento (si es que pasamos por alto que el fondo de portada es un chorretón de pura diarrea). El título también le hace justicia al contenido de la obra y la verdad que abriendo el libro por cualquier página al azar lo más probable es que encuentres el título de un capítulo que también te parecerá suficientemente llamativo como para interesarte por leerlo. Como no podía ser de otra forma, el sexo demigrante está presente en muchas de las historias, así como el componente escatológico que ya se anuncia como clara temática principal cuando el libro cae por primera vez en tus manos.

Por último y no menos importante, tenemos claro que en el tema de las palabras inventadas o las expresiones propias Elvemon es precisamente un experto. De nuevo se incluye el glosario de expresiones elvemonianas al final del trabajo, y bien es cierto que si te lees este libro antes que el primero (en orden contra cronológico) la experiencia es igualmente sensacional, porque Masacre fecal siendo secuela se podría considerar también preámbulo, puesto que es como una pequeña introducción que puede culminar con las historias mucho más desarrolladas de COMENZÓ SIENDO UN TROLL ¡Y MÍRALE AHORA! Por contra, para quienes leyeron el primero antes es igualmente satisfactorio el encontrar una secuela mucho mejor estructurada que el primer trabajo y que, aún trayendo el mismo tipo de material e incluso con algunas historias muy similares, presenta algunas novedades como los incunables capítulos de sus abuelos (canela fina). Vamos, que es como cuando AC/DC con Brian Johnson sacaban un disco y luego a poco sacaban otro muy similar; era más de lo mismo, sí, pero la filosofía es esa: Si te gusta uno, pues también te gustan dos.


Como ya sabéis que siempre me gusta comparar nuestros libros con algún disco, y aunque la portada en particular está muy basada en el disco de MASSACRE - FROM BEYOND diría que Masacre fecal podría considerarse nuestro AMERICA'S LEAST WANTED de Ugly kig joe, jajajaja. Al igual que el disco en cuestión, Masacre fecal es una auténtica obra de arte, un clásico en el mismo momento en que aparece... pero que llega cuando el paradigma de la música está cambiando irremediablemente y por completo. Recuerdo haber visto los carteles anunciando America's least wanted en las tiendas de discos a la vez que Nevermind de Nirvana. Yo por mi parte escuché muchísimo el disco de UKJ, me lo compré en CD incluso, pero diría que fue el último coletazo del heavy metal de los 80 previo al cambio de paradigma hacia lo que ellos llamaban el grunge. El caso de Masacre fecal es similar, es el que abre la tercera etapa de nuestra editorial antes de que se abra la caja de pandora de otras publicaciones muchísimo más sórdidas y repulsivas como son el libro del forero Mackauliz y el que estamos preparando ahora del forero Conan (Ídolo de Elvemon).

En definitivas cuentas, quisiera brindarle a Masacre fecal nuestro más sincero y meditado 8 sobre 10 al igual que Viaje al culo de tu padre. Si hay alguno de nuestros títulos al que pudiésemos ponerle un 9/10 o 10/10 desde luego que tendría que ser un librazo de la hostia, que tenga ese EXTRA que espero que tenga el MANUAL DEL BUEN PUTERO de Conan que me encuentro corrigiendo actualmente.

En su momento ya dije que cerraba la puerta a hacerle una secuela al primer libro de Elvemon y, mira tú por donde, menos mal que no me hice caso a mí mismo y terminamos sacando Masacre fecal. Es por ello por lo que no descarto que dentro de un tiempo vuelva a indagar entre los archivos de Elvemon, puede que sea cierto eso que dicen de 'no hay dos sin tres'.

Abrazzers.

-R-