El otro día, explorando mensajes fascistas en la música de los '90, estuve interesándome por los últimos trabajos de Batallón de Castigo, la banda de Eduardo, y por lo visto recientemente les ha caído un puro del quince. Encontré una noticia del pasado 17 de noviembre donde un fiscal pedía 11 años de cárcel para ellos y para el grupo 'Más que palabras' por difundir ideología nazi y vender productos de mercadotecnia relacionados con el nacionalsocialismo.
A mí, la noticia en sí, me la pela bastante... e imagino que a Eduardo también, pues ya pasó por el maco unos cuantos años. Lo que me deja con el culo torcido es que el fiscal alega además que, a través de sus distribuidoras, los encausados habían generado "cuantiosos beneficios económicos" con la venta de, ya sabéis: camisetas, banderas, libros, cedés, etc. Cuando pongo lo de 'cuantiosos beneficios', al parecer, estaríamos hablando de ¡2'4 millones de euros en 4 años!
No sé vosotros cuánto cobraréis, pero vamos, que dudo mucho que cualquiera de nosotros disponga de un negocio que le reporte ventas por valor de 600.000 pavos al año. Claro, como apenas tendrían competencia podría decirse que el monopolio del ocio fascista estaba prácticamente en sus manos. Sería como el 'Fnac de los nazis', o 'Fnaczis', jajaja.
Total, que me pongo a pensar y lo que saco en claro de todo esto es que si ganaban tanto dinero era por las siguientes razones:
- Venden productos con demanda que ya tienen su público.
- Venden productos exclusivos que sólo los tienen ellos.
- Disponen de una estructura comercial que incluye el canal de venta directa y la distribución que ellos mismos asumen.
Nosotros no tenemos un producto con tanta demanda como el de ellos que, aunque no sea mayoritario, lo que es seguro es que su público tienen e incluso habría quien les compraría cedés (cuando todavía se vendían cedés) sólo por saciar la curiosidad, que es así de veleidosa. Por exclusividad, pues sí, porque está claro que nadie tiene unos libros tan guapos como nosotros... y el canal de venta pues de momento confiamos en Lucía y su LIBROS DE AUTOENGAÑO, que a tantas ferias nos lleva y nos brinda una parcela entre todo el elenco de libros que vende.
Veremos a ver, lo que es seguro es que nuestro trabajo actual como 'editorial' consiste en ganarnos a nuestro publico. Ah, y a vosotros que nos leéis, os agradecemos sentidamente que recomendéis nuestra colección a todos vuestros enemigos. Sin lectores, CONDILOMA EDICIONES es como un árbol que cae en mitad del bosque y no hay nadie para escucharlo. Exacto, una puta mierda, jaja.
Viva la victoria.
-R-