Dudo mucho que exista alguien que no haya pronunciado alguna vez en su vida eso de "Qué mala es la envidia". Pues mira, resulta que al final no lo es tanto. Voy a contaros una historia de esas que normalmente la gente se las calla pero, claro, yo no puedo, jajajaja.
Resulta que durante 2014, el mismo año en que creamos nuestra página web y subimos el MARICONES DEL ESPACIO por primera vez para su descarga gratuita, apareció junto con nuestra publicación el libro COMECOCOZ del castellonense Víctor Máñez. A mí personalmente, que pensaba que nuestra propuesta de humor era de lo más singular, me dio curiosidad y bastante rabia conocer que había alguien que se nos hubiese adelantado a nuestra iniciativa. Total que, como él también regalaba su libro, me lo bajé para inspeccionarlo. Lo que encontré fue una chusta total, un texto pésimo e infumable del que, en realidad, el mismo autor ya avisaba que estaba hecho así adrede e incluso él mismo se reconocía -cito textualmente- "totalmente amateur". Una cosa es ser amateur como él dice y otra cosa es ser malísimo, jajajaja.
Pero vamos, que lo que de verdad importa es que el libro de marras estaba publicado en varios foros, en muchísimas páginas web dedicadas a los libros gratis, se había creado un blog e incluso el cabrón lo había subido a Amazon y cobraba por venderlo en PDF. Encima, en casi todas las páginas, encontrabas comentarios o reseñas favorables sobre el libro cuando yo mismo fui incapaz de leer más allá del tercer capítulo por pura vergüenza ajena.
De todos modos, y reconociendo que sentí muchísima envidia de que un libro mucho más flojo que el nuestro tuviese tanta repercusión (en comparación con el Maricones), lo que hice fue seguir la estela de Comecocoz durante meses, revisando las páginas donde aparecía, subiendo nuestro libro a las mismas webs donde hubiesen admitido el libro de Víctor, creando un blog mejor que el suyo, una cuenta de Facebook para seguidores e incluso subiéndolo nosotros también a Amazon o Casa del libro. Vamos, que lo que hicimos básicamente fue copiar y mejorar el modo de proceder del que nosotros mismos considerábamos nuestra competencia directa. Ah, y hablando de copiar, ya me ha llegado el Give me convenience de los Dead Kennedys. Como os decía, copiaremos el diseño de la carátula para componer la portada del MARICONES MANÍA.
Hace poco me enteré de que Víctor ha publicado la segunda parte, pero claro, ahora mismo nuestros logros están ya algo más lejos de la etapa en la que él se encuentra. A día de hoy celebro que la aparición del Maricones coincidiese con la aparición de su libro, porque nos permitió aprender mucho de cómo manejarnos y darnos a conocer en la web. Si buscas "Maricones del espacio" en Google te aparecen ya bastantes entradas y eso, claro, da bastante más presencia que no que aparezcan solo un par o tres de enlaces.
Lo que he aprendido gracias a Víctor Máñez, seguro que sin que él sea consciente de ello, es que la envidia es buena pues se puede considerar un indicador. Hay que identificarla en cuanto aparece ya que sirve para conocer cuál debe ser tu próxima meta y, sobre todo, luego debes procurar aplicarte en conseguir lo que sea que envidiemos en los demás. Pues eso, que gracias Víctor, y lamento que tu libro me parezca tan penoso, jajaja. Supongo que a mí también me podrán venir a criticar el Maricones.
Por cierto, pasado mañana hará un año desde que llegaron a nuestras manos los 100 primeros ejemplares del MARICONES DEL ESPACIO. ¡Felicidades!
Hala pajilleros, me voy a zumbar la zambomba un rato que así duermo como un lirón.
-R-