La mayoría de la gente ya no lo recuerda, porque han pasado más de treinta años, pero hubo un tiempo en que el heavy metal sólo lo escuchaban los tíos chungos de verdad: los camioneros gordos psicópatas, los convictos más hijos de puta de la cárcel, los yonquis satánicos y los perturbados mentales. A día de hoy, en esta sociedad tan maravillosa donde cualquier pijo de mierda con la mayoría de edad recién cumplida lleva más tatuajes que el guitarrista de Slayer, los empollones nauseabundos, gordos, pajilleros, que todavía juegan a rol y se compran tebeos manga -Sí, esa gente- se han adueñado de lo poco que quedaba del heavy metal.
Los Steppenwolf reivindicaron el haberle puesto el nombre, pues fueron ellos los primeros en pronunciar 'heavy metal' en su único éxito reseñable Born to be wild. Judas Priest se vanaglorian de haberle otorgado el cuero y las tachuelas al movimiento... ya sabéis, el rollo de las muñequeras de pinchos y toda esa mierda que ahora mismo resulta ridícula. Ronnie Dio, que en paz descanse, decía que lo de los cuernos lo había inventado él y que lo puso de moda cuando sacó su tan celebrado Holy diver. Sí, todo eso está muy bien, mucha culturilla y tal... pero lo que está muy claro, y lo he contrastado con mi socio en más de una ocasión, es que la época dorada de lo que ellos llaman heavy metal despuntó a principios de los ochenta con la llegada del thrash. Para mí, el verdadero sonido y espíritu del metal.
Mientras la peña les comía la polla a los Metallica, a los Anthrax, a los Megadeth y a los Slayer por el resto del mundo iban saliendo bandas como champiñones, con afán de alcanzar la gloria, la fama, la pasta y el alto grado de folleteo que ostentaban los Big Four antes mencionados. Llegó un momento en que habían tantos grupos tratando de emular a los cuatro fantásticos del thrash que terminamos por aborrecer dicha música y, bueno, el resto ya lo sabéis... Metallica se pasaron al pop; Slayer dejaron de tocar rápido; Anthrax tontearon con el rap y Megadeth sacó un disco bueno, jajaja.
De todas formas, si un chaval de los de hoy me pidiera que le recomendase tralla malaya, la verdad, lo primero que le recomendaría sería el SCHIZOPHRENIA de los SEPULTURA... y le diría que lo demás no lo escuchase, porque son todos una mierda, jajajaja. Ya sabéis, el primer disco que escuché con quince años (y recién salido) fue el ROOTS y desde entonces no me lo he vuelto a poner ni una sola vez. Luego tuve el CHAOS AD y el ARISE en una misma cinta de 90min, ambos me gustaban tanto que los terminé por aborrecer también, sobre todo el primero. Con el tiempo me compré el BENEATH THE REMAINS en CD, pues no conocía a nadie que lo tuviera para poder grabármelo y me pareció el mejor de todos los que había oído hasta el momento. Terminé por aborrecerlo también después de escuchar SCHIZOPHRENIA. Ni que decir tiene que el resto de discos que ha sacado Sepultura desde el ROOTS son una fulaña, y ya no hablemos de Soulfly, jajaja.
Así pues considero que, eclipsado injustamente por el resto de trabajos que sacaron después, SCHIZOPHRENIA es el disco más infravalorado de la historia de la banda y casi diría también que de la historia del thrash metal. La peña dice que el Beneath es mejor pero yo pienso que no, que aunque esté mejor grabado y la ejecución sea más preciosista no es ni mucho menos tan redondo como Schizophrenia. En diez canciones se ventilan el género y se follan a la madre de James Hetfield por el culo. Por no hablar de que cierran el disco con la titánica Troops of doom.
Viendo las magníficas versiones que grabaron del Orgasmatron de Motörhead o del Sympthom of the universe de los Black Sabbath se podía decir que en los noventa Sepultura tenía la fórmula y el sonido pillado por los huevos. Luego les dio por probar cosas nuevas y ahí ya terminaron yéndose a la mierda... pero bueno, como todos los demás.
Ah, y el motivo de que publique este post es el siguiente: Schizophrenia va a cumplir treinta años y la portada del disco, con todo lo fea que es, me ha dado una muy buena idea para la portada de uno de nuestros próximos libros.
¡Hala, iros a follar!
-R-
