Este finde de puente me lo he pasado atrincherado en casa. El tema de la lactancia está siendo hasta el momento lo más complicado de todo el proceso relacionado con la paternidad; el otro día le comenté a mi cuñado que actualmente estamos viviendo bajo el yugo del régimen absolutista de la teta. Él me sugirió que lo llamásemos Tetacracia, aunque su significado no se correspondería con la situación por la que estamos pasando puesto que no "dominamos la teta" (que es lo que vendría a referir el sufijo -cracia) sino que vivimos sometidos a ella, por lo tanto estaríamos hablando de una Tetadura. Jajaja, al verlo escrito me ha vuelto a hacer gracia ¡Menuda gilipollez!
El jueves, poco antes de llegar a mi casa y en vistas de que me iba a pegar el finde encerrado, decidí acercarme hasta una librería para comprar "El mundo de la tarántula", un libro sobre sus memorias que recientemente ha escrito Pablo Carbonell. No sé dónde lo vi, si anunciado por twitter o porque di con el de casualidad buscando en internet... el caso es que me resultó interesante y, viendo que la primorosa edición había sido publicada por Blackie Books -editorial de la que no me interesan demasiado sus títulos pero que envidio muchísimo el cariño que le ponen a sus publicaciones- me decidí a comprarlo aquella misma tarde.
La verdad, me jodió mucho gastarme veinte pavos en comprar un libro. Ricardo me dijo que es lo que solían valer y yo le rebatí que estaría estipulado así y que sería lo común, pero que no por eso dejaba de ser injusto. Precisamente Pablo Carbonell reivindica esto mismo en relación con el trato que recibió su grupo Toreros muertos por parte de la discográfica Ariola. Os voy a ser franco como de costumbre: El libro no es ni mucho menos la maravilla que promete David Trueba en su faja... pero está bien escrito, es amable en cuanto a su contenido y Pablo habla con una franqueza que para mí ha sido como pasar el fin de semana conversando con él. Sólo se lo recomendaría a quienes estuviesen interesados en conocer a la persona que hay tras el personaje, claro está, pero por otra parte le agradezco sentidamente a Pablo el esfuerzo y el cariño que ha puesto al escribirlo. No es nada del otro mundo, pero me ha hecho mucha compañía este fin de semana así que ¿Qué más se puede pedir?
Dead Kennedys / Toreros muertos - Hace tiempo ya que había visto estas fotos |
¿Lo más reseñable? Lo de su fama con los Toreros muertos, lo del grupo de teatro amater, lo de que apareciese en La bola de cristal, lo de su amistad con Pedro Reyes, lo de los tripis, lo de hacer de reportero en Caiga quien caiga y lo de rodar Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, os lo aseguro, son nimiedades. Lo más humano e interesante del libro es la parte en la que nos habla de su hermana Nuria, que en paz descanse, que todos conocíamos por haber interpretado el papel de Pili, la de las 'pescaillas', en Torrente, el brazo tonto de la ley. Viendo la evolución de las secuelas que nos sigue ofreciendo Santiago Segura acabas por caer en la cuenta de que eran precisamente esos pequeños papeles, los pequeños detalles como de costumbre, los que hicieron grande a su primera película como director.
La de tiempo que hace que la conocíamos y nunca nos habíamos preguntado quién era |
Y como decía Forrest Gump: Eso es todo lo que tengo que decir sobre el libro de Pablo Carbonell. Sigo esperando que me envíen la prueba del primer libro. También sigo a la espera de que me manden la camiseta que he pedido para regalársela a Julián de Siniestro total.
Me piro al sobre.
-R-