lunes, 25 de octubre de 2021

POR QUÉ LE PILLÉ TANTO ASCO A LAS PELIS DE TARANTINO - FORMA Y CONTENIDO

El otro día lo comentaba con @Murmaider y no quisiera dejar mi más sentida opinión en este, el blog de mis amores, para hablaros de por qué le pillé asco a Tarantino después de haber estado cantando alabanzas sobre PULP FICTION desde el mismo día que la vi en el cine. Aprovechando que sé que os gusta leer, dejad que os cuente la historia entera:

La historia comienza, cómo no, cuando yo era un pajillero zagal de unas 13 pestes y me metí en la sala más pequeña de todo el cine Kursaal a ver Pulp Fiction atraído mayormente por la pintaza que tenía Uma Thurman en el poster original. Resulta que como no había ido nadie a verla, pues como os decía la pusieron en la sala más pequeña de todas, aquello estaba lleno de gamberros prepúberes que no pararon de hacer el subnormal durante todo el metraje. Como era de esperar la película me impactó muchísimo, y tuve la gran suerte de que a la salida nos regalaron entradas para verla otra vez por los altercados que se habían sucedido en la sala mientras veíamos la peli (Los chavales aquellos se liaron a hostias por no sé qué gilipollez y el acomodador les acabó echando a mitad). Ni que decir tiene que no entendí apenas nada de lo que había visto, pues a comienzos de los noventa no eran nada habituales aquellos saltos en el guión, aquellos diálogos con tanta profundidad, aquellas escenas tan explícitas como lo del chute de heroína en primer plano o lo del tiro en la cara que le pegaban al negro. 

Desde aquel día quise ser fanático de Tarantino; alquilé Reservoir dogs y me reafirmé en mi decisión, pero conforme iba viendo el resto que fue sacando, en plan Jackie Brown, Tú asesina que nosotras limpiamos la sangre, Four rooms, Abierto hasta el amanecer etc pues como que me fui desencantando porque, bueno, todas tenían su aquel y tal... pero ninguna me parecía comparable a la maravilla que presencié cuando vi Pulp fiction, de hecho me la compré en VHS y no sabría decir cuántas veces las llegué a ver. 

Luego llegó Kill Bill, y ahí ya sí que me bajé del tren completamente. No me gustó nada, y ojo que no la critico, que sobre gustos está todo escrito como dice Capaz Fernández... solo es que en esa peli ya estaba muy lejos de la magia con la que a mí me atrajo en la peli de los gángsters, es decir: Tenía su gore, su musiquilla bien escogida, su trama con venganzas y katanas... Y yo seguía sin saber qué demonios era lo que les faltaba a aquellas películas a las que todo el mundo parecía encantar y a mí no hacían más que defraudarme una tras otra. Hasta que descubrí con maravilla y estupor LAS REGLAS DEL JUEGO

No es que Las reglas del juego sea un peliculón, pero me dio la clave para entender por qué había perdido la fe en Tarantino... y la respuesta es ROGER AVARY, el responsable de aquella intensidad que encontré en Pulp fiction y de la que adolecen las películas del afamado director antes mencionado. Roger Avary, que aparece en la foto de arriba recibiendo el Oscar al mejor guión por Pulp fiction junto a Quentin, fue completamente relegado al olvido cuando en realidad tenía muchísimo peso en la grandeza de tan galardonado filme. Si uno se ve Las reglas del juego y la compara con Pulp fiction se da cuenta de las muchas similitudes: En la forma anacrónica de contar las historias; en el uso de planos novedosos como la pantalla partida para relatar dos historias que suceden al mismo tiempo; el humor negrísimo (la peli comienza con un paleto desvirgando a la protagonista, luego le vomita encima y acto seguido suena la cabalgata de las Valquirias ¡Bravo!); las escenas de impacto (el suicidio de la chica en la bañera es tan truculento como el primer plano del brazo de Vincent inyectándose heroína); las anécdotas personales (Cuando Víctor cuenta su viaje por Europa es como cuando Jules habla de sus vivencias en Holanda); también hay un momento de sobredosis como el de Mía; frases de aquellas sórdidas para retener (Te necesito tanto como tener un ojete en el codo) y luego los personajes secundarios del copón, donde en Pulp Fiction tenemos al sr. Lobo y en Las reglas del juego tenemos a Pichard (¡No me llamo Richard, me llamo Pichard! XD).

La casualidad también quiso que viese la peli de Avary en el cine, y salí de allí con la sensación de haber visto por fin la verdadera secuela de Pulp fiction. Así es como la describo. Obviamente de lo que adolece es de que le falta la forma; le faltan los trajes negros, le falta la selección de temas funkies y le falta el increible diseño de los planos que solo Tarantino sabe conseguir... pero ¿Y qué? Eso no es más que la forma, la ornamentación, la imagen. Lo que yo eché en falta era el contenido, y de eso Las reglas del juego va sobrada, más cuando tienes la intensidad propia de los veinte años y la ves por casualidad; a mí me cambió la vida y bastante, la verdad.

Podría comparar la singularidad de Pulp fiction con Kill'em all the Metallica ¿Por qué ninguno de sus discos posteriores se le parece? Pues porque para el segundo disco ya no contaban con Dave Mustaine en la composición. Metallica se quedó con el nombre e hizo discos musicalmente muy logrados, pero que adolecían de la energía que le puso Mustaine a las primeras canciones (La ira es energía, como decía John Lydon). 

La maravilla entonces se encuentra en la combinación de la forma y el contenido, de Quentin Tarantino + Roger Avary, una singular mezcla que no se ha vuelto a repetir y que hacen de Pulp fiction una obra maestra del cine de los '90 en todo su rara avis.

Y eso es todo lo que tengo que decir sobre Pulp fiction.

PD: Bueno y sobre Roger Avary cabe destacar que poco o nada a conseguido después de obtener el Oscar, el Bafta y el Globo de Oro por el guión de la susodicha. Por lo visto atropelló a un tío cuando conducía borracho (se lo cargó) y lo metieron en la cárcel. Me parece haber leído por ahí que luego encima le alargaron la condena por hacer el gilipollas, así que podría decirse que al igual que GG Allin vivía su vida tal como escribía sus guiones. Un fiera.

-R-

sábado, 23 de octubre de 2021

LA CORROSIÓN NO DESCANSA - LEGADO DE BRUTALIDAD

¡Hola mendrugos! El pasado martes nació mi segunda hija y aquí estoy de nuevo con mis quehaceres paterno-infantiles. Esta mañana he ido al mercado a comprar y una de las dependientas del puesto de los calcetines me ha dicho: "Qué bonita es; son lo que le da sentido a nuestra vida; son el legado que dejamos aquí cuando nos vamos". 

Entonces me he quedado picueto mientras terminaba con su crónica de la obviedad; lo del 'legado' me ha recordado al Legado social de Def con dos y también al Legacy of brutality de los Misfits. Me he puesto a sonreír mientras asentía como un mongolo y la señora de los calcetines se quedó muy contenta al recibir mi aprobación sobre su comentario... pero yo ya no estaba allí, obviamente. Mi cabeza estaba, una vez más, fantaseando a cerca de nuestra querida editorial y del legado de brutalidad y demigrancia que dejamos a nuestro paso. Me imagino el día que mis hijas descubran con estupor y ruborizadas MARICONES DEL ESPACIO, si os pensáis que me va a dar vergüenza o algo es que no me conocéis una puñetera mierda mamones, jajajaa.

De nuevo, y como ha sucedido en todas y cada una de nuestras publicaciones, me encuentro en un momento de esos que le llaman "estado de flujo", state of flow que decían los Nofunatall. Me hace gracia lo del flujo, como mandan los cánones, pero dejando a un lado las bromitas manidísimas debo decir que igual que me ha pasado en otras ocasiones todo el argumento de nuestro próximo libro va conjugándose y las gilipolleces se me van hilvanando de forma natural, como siempre ha sucedido. ESPABILA COÑO, QUE PARECES TONTO será un nuevo éxito del andergraund patrio y un nuevo fracaso comercial que, lógicamente, me suda la polla. 

Me estoy quedando hasta las tantas de la noche a currar, aunque se supone que estoy de baja hasta el 31 de enero. A ver si en estos casi cuatro meses que tengo por delante soy capaz de pasar a limpio todo lo que llevo en la cabeza porque me va a quedar un libro de puta madre; con tema musical incluido, jajaja.

Pues eso chavales, que la vida sigue su curso mientras nosotros seguimos con nuestras chorradas.

¡Espabilad vosotros también, coño! ¡Y dejad de ver la mierda esa del calamar que no es más que pienso para gilipollas!

-R-

viernes, 1 de octubre de 2021

LOS DESASTRES DE LA FAMA - DE "CÓMO MOLA" A DAR TODO EL ASCO

Doy por sentado que todos vosotros, los que usáis un esmartfon habitualmente, os habréis encontrado esta semana lo mismo que yo: Un aluvión de noticias de Google relacionadas con el treinta aniversario del lanzamiento de Nevermind de Nirvana. Y es que muchos revisionistas de mierda no lo recordarán pero fue así: de la noche a la mañana Nirvana estaba todo el día acaparando los medios y claro, el hecho de que estuviesen hasta en la sopa hacía que los acabases aborreciendo/detestando 
por muy bueno que fuera o por mucho que te molase el disco de marras. 

El otro día comentaba con Julián lo de la campaña promocional sin precedentes con la que nos ahogaron en el '92; ibas a las tiendas de discos y por todas partes te salía el niño nadador con la picha al aire: Te lo encontrabas en posters; en expositores; en portadas de las revistas musicales de la época; en la radio; en la tele... daba pereza hasta comer sopa de letras no fuera a ser que se te juntasen la "N" con la "I" y luego con la "R" para que tú ya dijeras: "Vamos hombre, no me jodas".

Por supuesto que no escribo esta entrada para desmerecer ni un ápice de tan fantástico grupo ni tampoco para escribir más elogios de los que se han vertido ya en todas las plataformas habidas y por haber. Lo que me interesa, en este caso, es el detalle de lo rápido que se llegó a consumir una buena propuesta por el mal uso que se hizo de la propaganda. Bueno, puntualizo: Mal uso no se hizo cuando los mercachifles pudieron sacar tantísimo rédito en tan poco tiempo de un fenómeno fugaz pero que aún a día de hoy sigue generando y moviendo una pasta gansa en todo el mundo. Sin embargo, todo lo bueno que había detrás de Nirvana, se esfumó tres años después del lanzamiento de Nevermind con la muerte de su principal artífice... y es que hay mucho intensito que dirá: "Pero si se convirtió en una estrella", "Vivió su sueño", "Todavía vive en nuestros corazones" '(-_- Un tío inflado de fama reventó con veintisiete años y se pegó un tiro en la boca al no poder soportar más el peso de su repercusión mediática. A mí que me perdonen, pero por mucha super-estrella que puedas llegar a ser y por mucho cariño y sensaciones que despiertes en los corazones de los demás no me merece la puta pena morir con veintisiete pestes... Vamos, por mucho que digan "Ese tío con 27 años vivió mucho más de lo que vas a vivir tú en tu vida". Es mentira, creedme.

Todo esto viene porque hace un par de semanas me venía Carmelo diciendo que se había leído toda nuestra colección en el baño mientras cagaba; que le molaba cacho nuestro estilo porque le daba tiempo a llevar el tronco al aserradero mientras se leía dos o tres capítulos del tirón... Y luego ayer me asaltó uno de esos influencers diciendo que el Maricones del espacio le molaba un huevo, que lo iba a promocionar en sus redes y que blá blá blá.

La verdad, y a tenor de lo que os contaba sobre los desastres de la fama, a día de hoy me suda la polla vastísimo lo de promocionarnos como hacíamos cuando comenzamos con nuestras andanzas editoriales. Me gusta que la gente llegue a conocer Condiloma ediciones como quien anda buscando un tesoro y se lo encuentra por casualidad. Ya lo decía Milan Kundera que para que un amor sea inolvidable las casualidades deben volar hacia el, jajaja.

Benditos aquellos quienes nos siguen haciendo soñar ¿verdad? 

-R-