miércoles, 19 de abril de 2017

ADICTOS A LO CHUSCO - EL TRAP Y SU PUTA MADRE

Ya os lo advertía en la entrada que escribí sobre el fenómeno Lory Money, y es que está claro que no merece la pena esforzarse tanto por molar cuando lo que verdaderamente mola es no currárselo una mierda. Este finde he encontrado el momento idóneo para ponerme al día sobre esa gran vorágine que es el Trap.
 
El año pasado, mientras yo estaba sufriendo las de Caín con los cuatro primeros meses de vida de mi hija, mi compañero el Pau Molina ya me enseñaba videos de Kínder Malo y me dijo que estaba viciadísimo a aquella mierda. La mayoría de la gente de mi edad aborrece el rap, somos pocos a los que nos entró el rollo durante el auge del Hip hop en español, y lo cierto es que todos aquellos artistas que escuchábamos entonces como Frank-T, 7 notas, Mala Rodríguez, los primeros SFDK, Doble V, HP Squad, La Excepción, el Tote y sus tantos etcéteras fueron barridos finalmente por la inevitable sobresaturación. 
 
Nos cambiamos de barco a finales de los noventa, justo cuando el metal se fue a la mierda con todas aquellas polladas de los Korn; el hardcore punk lo teníamos ya mega aborrecido y el ska dejó de ser interesante porque habían demasiadas bandas malas. Lo cierto es que el rap hispano fue un soplo de aire fresco, recuerdo que cuando escuché el "Supervillanos de alquiler" sentí lo mismo que cuando escuché el Kill 'em all por primera vez a los 14 años. Ha pasado el tiempo, se sintió el desgaste y la consecuencia lógica es que esa música, quince años después, nada tiene que ver con los chavales de hoy en día. Ni las bases musicales ni las letras de las canciones son asequibles para los adolescentes, que lo que quieren es divertirse y que no les taladren. El rap de finales de siglo, ahora mismo, es tan paternalista como escuchar una conversación entre ancianos.
 
Total, que lo que peta ahora no lo puedes encontrar en Spotify. En realidad no es nada nuevo, porque mis colegas ya habían grabado música similar a principios de los noventa, pero es ahora cuando le ha llegado el momento al Trap. Artistas como Pimp flaco, Kínder Malo, Dudu de 'Aquí no hay quien viva' o los Pxxr Gvng esos (poor gang) que parecen ser los que han tenido más salida son los nuevos focos de atención para los adictos al móvil que se hacen tatuajes en cualquier parte y no tienen verdadera motivación por nada. Nos han hecho mayores, y más teniendo en cuenta que parecía imposible el que, con la de música chunga que escuchábamos los de nuestra generación, los púberes de ahora pudiesen sacarse de la manga algún estilo que llegase a darnos puto asco. Sí, lo han conseguido.
 
Con sus ritmos pastelosos, sus letras infantiles y minimalistas, sus escarceos con el reggetón y sus aros en la nariz han conseguido finalmente echarnos a un lado y hacernos sentir viejos. El que reconozca abiertamente que dicha música es una mierda y que la que escuchábamos nosotros molaba mucho más, que no se engañe: "Te has hecho mayor, hablas como tu padre".
 
Pues bien, como os decía, me eché la mañana del sábado con el Rubén viendo videos y poniéndome al día. Desde luego, es una música muy floja, pero estaréis de acuerdo conmigo en que siempre viene bien escuchar algo nuevo. A los fans del Trap decirles que me alegro por ellos, están viviendo su momento y me han hecho recordar lo que molaba cuando salía un disco de aquellos que le daba la vuelta al panorama musical por completo.
 
Ah, y hablando de cosas que le dan la vuelta al panorama, mi socio y yo seguimos trabajando en el MARICONES MANÍA que estará listo en breve. La portada está quedando de puta madre y, pienso yo, nuestro estilo también podría ser vanguardia de los tiempos que corren, jajaja.
 
Hala negros, me voy a zurrar la sardina.
 
-R-

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