Bien hallados apóstatas de las redes sociales de mierda, fue ayer cuando decidí ponerle punto y final de una vez por todas a mi andadura por tuiter; sí, ese espacio repugnante que entretiene de forma infructuosa y que después de varios meses transitando entre memes y mensajes te das cuenta que al final estás enganchado cuando todos los días te están soltando lo mismo. Un fuerte abrazo a quienes conocí en esa época a la que considero ya pretérita y que se han dejado caer por aquí para ver qué se cuece.
No sé a santo de qué andaba pensando en eso de que siempre comparan nuestras publicaciones con la del fanzine Mondo brutto así que me interesé por el mismo; he descubierto que la razón de que nos comparen se debe simplemente a que usamos el mismo formato, es decir: Portada a color, interior B/N ahuesado, tamaño A5 y contenido sórdido infra-culturesco. Gracias al trabajo de escaneo de Frunobulax, el de Libritos Jenkins, me he estado leyendo los primeros números y, bueno, les reconozco mucho su mérito al acercar ese tipo de contenidos en la época pre-internet pero claro, tampoco es que a mí personalmente me apasione mucho la cultura pop que digamos. Asimismo me interesé por publicaciones similares y básicamente me encuentro con 2000 maníacos y Cretino, ambas archiconocidas dentro del mundillo y que en sendos casos conocía por haber adquirido algún número en el Salón del cómic de Barcelona en los años noventa. Interesándome por la primera, de Manuel Valencia, descubro en sus entrevistas que él mismo reconoce su iniciativa como un hobby; una publicación por amor al arte, así como las nuestras, que mayormente le reporta los beneficios suficientes como para seguir publicando más números de su fanzine ya que al fin y al cabo sacar fanzines es su verdadera pasión. Me siento muy identificado con lo que dice, que su cometido es llenar un vacío que existe en el tipo de publicaciones que a él le interesan. Nosotros igual, la verdad sea dicha, nuestros libros no encajan en ningún otro sitio que no sea Freaks, por ejemplo.
Del Cretino he leído que hubo un momento en que se pasaron al digital, también les perdí la pista en su día cuando me desinteresé por los tebeos, la verdad.
Pero vamos ahora a profundizar en los nexos que nos unen con toda esta gente: Para empezar, y como ya habréis visto en alguna ocasión, compartimos espacio entre las estanterías de Freaks con el 2000 maníacos; en dicho fanzine había escrito Borja Crespo, que se hace llamar así mismo 'experto en cultura popular' y que lleva un podcast que se llama La hora canibal por el que pasa, supuestamente, la crema del mundillo. La casualidad quiso que compartiéramos editorial y distribuidora con el tal Crespo, puesto que tanto sus libros como los nuestros andan por Libros de autoengaño y Alfaomega. Así pues, cruzarnos con Lucía en aquel ¡Hostia un libro! de 2016 nos metió en el mismo saco que ese que se reconoce como 'activista, agitador de mentes inquietas' jajaja. Recuerdo que coincidí con él en la entrada del GRAF, me quiso poner un sello en la mano y le dije que pasaba, que no iba a volver a entrar XD Debí caerle como el putísimo culo pero, claro, el sentimiento es mutuo porque él se vanagloria de haber crecido en el subsuelo contracultural y ahora no es más que un... bueno, qué os voy a decir al respecto que no podáis concluir por vosotros mismos, jajaja. Supongo que detesto profundamente el que se hayan montado una especie de chupipandi carroñera que trata de aunar a los mejores representantes de las artes alternativas para sumar enteros a la egolatría de la persona antes mencionada como agitador de bla bla blá.
A todo esto me doy cuenta que eso que se llama inframundo contracultural está todo como muy ligado, atado y bien atado, por lo que es harto improbable que a estas alturas hayamos podido pasar desapercibidos para toda esta gente. ¿Nos estarán ninguneando? ¿No les interesamos, cuando está claro que seguimos los pasos de toda esa peña? Me da la sensación de que viven alardeando de ser una especie de élite o algo por el estilo, me recuerda a la peli de Quadrophenia cuando el protagonista descubre que Sting no es un poderoso millonario al servicio del movimiento mod sino que es el botones de un hotel y se da cuenta que todo es una puta patraña, que lo de la cultura mod era todo un espejismo, postureo recalcitrante y falsas apariencias (cito wikipedia)
El protagonista lanza (su moto por el barranco) simbólicamente por ese precipicio todo el mundo mod, por el progresivo desencanto con los amigos y el estilo de vida de la cultura juvenil. As de Oros (su ídolo del movimiento) no es lo que parecía y Jimmy descubre que la verdadera razón de ser del mod es un gigante con pies de barro.
¿Es la chupipandi fraudulenta un gigante con pies de barro? ¿Existe una necesidad de añadirse una importancia que en realidad no tienen? ¿Detrás de las vidas de toda esa gente hay mediocridad y trabajos precarios, oculta tras esa fachada de éxito que nos quieren vender?
Perdonadme que sea tan sincero como de costumbre pero me da a mí que sí; de hecho he conocido varios casos muy de cerca y lo que he visto han sido pufos de miles de euros, peña arrastrándose por conseguir trabajo, puñaladas por la espalda, frivolidad... en fin, un submundo de fracaso engalanado con ridícula petulancia. Está claro que poco o nada nos interesa pertenecer a un círculo como ese ¿verdad? Como cuando los Guns'n roses les dijeron a Nirvana que si se hacían una gira juntos y Kurt Cobain les dijo que no, xd.
Olé sus huevos.
-R-
