Prosiguiendo con nuestra pretensión de difundir el mensaje de CONDILOMA EDICIONES por todo el territorio patrio, el pasado fin de semana trasladamos nuestra particular campaña hasta las más bellas tierras del norte, donde tuvimos oportunidad de dejar nuestra impronta en los más magníficos parajes de la (todavía actual) geografía Española. La primera estampa es la de un islote que se encontraba frente a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, en Bermeo; Vizcaya. Viendo la imagen habrá quien se pregunte al respecto: "Y si estabas frente a la ermita de San Juan de nosequépollas que se encontraba justo enfrente... ¿Por qué coño fotografiaste el islote ese de mierda que no le importa a nadie en lugar de fotografiar el islote con la ermita que es más bonito?". Pues sí, la verdad es que es una muy buena pregunta que, ciertamente, no pienso responder. Que me suda la polla, vamos.
Junto a la foto del islote aparece también una imagen de la que poco más cabría añadir. El mismo cartel ya solicita "Por favor, dejen paso libre". Un eslogan perfectamente aplicable a nuestra nueva política absolutista de total expansión.
Por último, la tercera instantánea que aparece a la izquierda nos traslada hasta el marco otoñal de una apacible playa de Santander que se encuentra en la hermosa localidad de Laredo. Allí, frente a un peruano chaparro y rodeado de perros que tocaba la flauta, pude dejar constancia de que pasamos junto a la reconfortante inmensidad de los bravos mares del norte. Me hubiese gustado pasar más tiempo allí, incluso poder dejar más pegatinas a mi paso. De todas formas creo que no es tanto la cantidad sino la relevancia del sitio donde las dejas, pues algunas de esas pegatinas las quitarán al poco tiempo de haberlas puesto; otras puede que perduren por muchos años, tanto que serán generaciones venideras las que lleguen hasta nuestros dominios, imantados por la curiosidad y el impetuoso deseo del saber.
Un último apunte: Actualmente dedico menos tiempo a escribir en el blog debido a que, por el momento, la única novedad reseñable es que trabajo afanosamente en la tercera entrega del ¡MARICONES DEL ESPACIO! Llevo ya unas 40 páginas del total y lo cierto es que me está pareciendo sin lugar a dudas muchísimo mejor que los anteriores dos números publicados.
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