Como decía Rafael Fernández en el 'A sangre fría': Sobre gustos está todo escrito... y si no lo estuviese ya os lo resumo yo ahora mismo en una sola frase: "Lo que para algunos puede resultar una genialidad para otros puede ser poco menos que una puta mierda".
De vuelta ya de las vacaciones regresamos con el deber cumplido: Córdoba, Sevilla, Cádiz y Almería han recibido la visita de nuestra división propagandística y en dichas capitales hemos dejado nuestra huella en forma de pegatinas y fláyers. En las imágenes que acompañan al texto aparecen la Giralda de noche y un patio de Mojácar por la mañana. Saqué algunas fotos más de los sitios donde coloqué las pegatinas, pero vamos, que tampoco sería necesario atormentaros inútilmente con un reportaje fotográfico que desde luego no le interesa a nadie. Queda claro que estuvimos allí y que hicimos bien nuestro trabajo.
También de vuelta de las vacaciones he tenido oportunidad de echarle un vistazo a nuestras páginas de Facebook. Agradeceros sentidamente a todos los que os habéis molestado en añadirnos a vuestra lista de libros favoritos, especialmente a los seguidores de Latinoamérica: bolivianos, chilenos, colombianos, puertorriqueños, argentinos, costarricenses, cubanos, ecuatorianos, salvadoreños, guatemaltecos, hondureños, mexicanos, nicaragüenses, panameños, paraguayos, peruanos, dominicanos, uruguayos y venezolanos. Espero no haberme dejado a ninguno y espero también que nos perdonéis por todas las veces que los españoles os llamamos despectivamente chuchumecos, güacamayos, chipiritos y sus etcéteras... sabéis de sobras que somos unos putos gilipollas de mierda que ni para repartirnos el territorio nos ponemos de acuerdo, jajajajaja.
Pues bien, como os decía, ni somos profetas en nuestra tierra ni somos voz de nuestra generación. Lo que sí espero y deseo es que en un futuro no muy lejano nuestra iniciativa sirva como germen de una generación venidera que abandone de una vez por todas el culto a los remakes, a las series soporíferas, a los shooters en primera persona, a los productos derivados del reguetón y que finalmente se den cuenta de que los japoneses son unos perturbados mentales. ¡Nosotros también podemos serlo! Eso, y que además nuestra contribución anticultural a la lengua patria nos permita disfrutar de una inacabable fortuna hasta que muramos de viejos y podridos de pasta.
Sin buenas novelas no hay buenos guiones ni buenas canciones, así que tendremos que volver a escribir. Contad con nosotros.
-R-
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