
Esta reflexión tan cogida con pinzas me sirve para poneros al corriente de las últimas novedades. Gracias a las fotos que cuelga la peña en Instagram hicimos un contacto en Valencia, la srta Hernández, que tras leerse Chaparrón de Pollas se interesó por nuestro trabajo y, en vista de que encontró algunas faltas de ortografía en el texto, nos propuso llevar a cabo la corrección del mismo.

Aún no nos hemos tirado a la piscina, estamos a la espera de que Lucía nos de el pistoletazo, pero ya os advertimos que lo que viene a partir de ahora será concretar cuándo comenzamos con los trámites del ISBN y el depósito legal de cada uno de nuestros libros. Ya que nos ponemos, haremos las cosas bien... y eso incluye contratar un servicio de revisión profesional. Ha sido una feliz coincidencia encontrarnos con Urban Spaceman y también con su entusiasmo.
Sí, es verdad: desde que nos hemos vendido al capital que sólo hablamos de negocios, jajaja. Bueno, pues parece ser que sí, que este año será el año del Business. Como os decía, postergaremos la publicación de nuestra próxima entrega y nos dedicaremos mayormente a hacer todo lo posible por llevar el Maricones a las peores librerías de España.
Mi piro al sobre, que mañana madrugo nenas.
-R-
No hay comentarios:
Publicar un comentario