Bien hallados todos los lectores de este blog, incluso los que habéis caído aquí por casualidad, tal como reza el título del post hoy me he pasado el día acelerado y comido por la ansiedad. Digo 'hoy' aunque siendo las 00:50 mejor debería decir 'ayer'... pero vamos que mientras no me meta en el sobre para mí sigue siendo viernes. Pues eso, que con el confinamiento y toda la mierda tengo la sensación de que me paso el día trabajando y haciendo labores del hogar :( Esta mañana mientras dibujaba planos, atendía al teléfono, respondía emails, contestaba güasaps, tendía la ropa, ponía lavadoras, hacía las camas, pasaba la aspiradora, recogía los platos, colocaba la compra, hacía la comida... ¿Qué estaba diciendo? Ah sí, que voy como una puta moto. Me lo noto ¿eh? He tenido que echar el freno porque hoy me notaba el corazón débil. Lo dicho, es ansiedad, porque la situación actual es una puñetera mierda. Que sí, que para otras personas es mucho peor. Yo me quejo de lo mío.
Total, que no vengo a daros la tabarra sino a deciros que también tengo mucha necesidad de escribir, porque se me van ocurriendo cosas para el próximo libro y pocas veces tengo un momento para sentarme delante del ordenador si no es por temas de trabajo... vamos, que cuando me dan las tantas de la noche de lo que tengo ganas es de echarme a dormir. Creo que fue el miércoles que me quedé casi hasta las dos de la mañana escribiendo un nuevo capítulo para "viaje al culo de tu padre". Es una pena que pueda dedicarle poco tiempo, precisamente ahora que me llueven ideas buenas y voy hilando la historia de una forma muy bien resuelta. Además, también estoy pasando por un buen momento en lo que a inspiración se refiere y ya se está conjugando el concepto que quisiera plasmar para la próxima portada, que os adelanto será de color azul. Supongo que ahí está el rollo, me agobio porque no puedo dedicarle ni un ratillo a lo mío...
De todas formas esta semana, pese al estrés, he tenido buenos momentos en cuanto a que muchos de los ganadores del concurso "10 años de maricones" me han escrito dándome las gracias efusivamente porque ya habían recibido el libro de Elvemon. La verdad, el placer es todo mío. Está guay eso de repartir ilusión como el calvo de la once.
Y bueno, por último lo que os puedo decir es que a esta hora ya ando un poco más relajado y que para rematar la faena me voy a meter un diazepam que no se lo salta un torero, que mañana tengo que llevar al gato al veterinario, jajajajaja.
Muchos ánimos para todos, y tomaos la situación con filosofía como pienso hacer yo mismo, que la peña se piensa que lo del Covid ya se ha acabado y todavía queda un buen trecho. La normalidad nos va a pegar una hostia de tres pares de cojones... pero para eso estamos nosotros, para haceros la realidad cotidiana más llevadera.
-R-
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