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jueves, 13 de abril de 2023

EL "CRIMEN Y CASTIGO" DEL SIGLO XXI Y LOS LÍMITES DE LA MORAL AUTOIMPUESTA SOCIALMENTE

Bienamados diletantes de la literatura inmunda e indecorosa, no voy a obviar que en menos de un par de semanas se celebrará un año más la festividad del día del libro; ya sabéis, eso que a nadie le importa salvo a los libreros, los gitanos y aquellos que se hacen llamar a sí mismo escritores. Tal como ya plasmé en mi anterior artículo de opinión al respecto, y habiéndonos reconciliado por completo con su concepto después de décadas de ensañamiento, no tenemos intención de desdeñar el verdadero sentido de dicha festividad; aunque tampoco me interesa especialmente.

Lo que os vengo a contar esta vez es por qué creo que el espíritu de los grandes clásicos se alberga hoy en las publicaciones de Condiloma ediciones. La segunda novela verdaderamente buena que recuerdo haber leído en mi vida fue Crimen y castigo, de la que ya habré cantado alabanzas en entradas anteriores de este blog, que tiene la increíble capacidad de sumergirte en primera persona dentro de un retrato criminal no sólo haciéndote partícipe sino casi responsable del propio homicidio. Una maravilla, sobre todo en su primera parte donde consigue hacerte empatizar con la situación y los sentimientos de Raskolnikov e incluso él mismo nos convence de cuán justificado está el acto criminal en el que se centra la novela.

Quienes hemos crecido acostumbrados a ver la televisión mayormente nos hemos sentido espectadores y no partícipes de una historia tan vertiginosa como truculenta. Es por ello por lo que considero la suma de ESPABILA COÑO, QUE PARECES TONTO + CYKA BLYAT el nuevo Crimen y castigo del siglo XXI, tanto por la capacidad de sumergirte en la disyuntiva moral que se plantea como por la capacidad de hacerte copartícipe de la acción y cómplice de las decisiones que toma Polla Pesebre ante el eterno dilema Shakesperiano del ser o no ser.

Enfundado una vez más en la forma desenfadada y oprobiosa de nuestras publicaciones, ESPABILA COÑO, QUE PARECES TONTO nos presenta a un Polla Pesebre con cierta madurez, que ha conseguido dejar atrás la marginalidad y las encrucijadas propias de la adolescencia. Se ha estabilizado, laboral y emocionalmente, pero se aburre... porque él esperaba algo más de la vida adulta. Es entonces cuando se cruza en su camino Celia Babusa Ciguatanejo Lasessura Cebollesque, de la que se siente atraído sexualmente mucho más incluso que de Zais, su pareja oficial según el relato. 

Polla Pesebre, como Raskolnikov, se obsesiona con la idea de razonar sobre si los límites de la moral impuesta socialmente no le estarán coartando de conseguir disfrutar de la vida tal como no lo había hecho hasta entonces. Recurre al ágora, que son los foreros de Foroparalelo (jajaja) y les plantea su situación en pos de obtener respuestas. La decisión de Polla Pesebre no le empuja a cometer un homicidio, tal como sucedía en la novela de Fedor Dostoievsky, pero se ve obligado por imperativo categórico a asesinar su benignidad, la fidelidad con respecto a su pareja y sobre todo su mansedumbre. Polla se rebela contra el orden moral que le ha sido impuesto y se sumerge en una espiral de infidelidades y decadencia que llega a su culmen ya en CYKA BLYAT (Puta zorra), donde el protagonista nos lleva de la mano hacia la última frontera de la degeneración y el envilecimiento. Si os contase cómo termina la novela entenderíais aún más qué es aquello que comparte con Crimen y castigo, pues al igual que ésta también se compone de una primera parte correspondiente al 'crimen' y una segunda que corresponde al 'castigo'; sin embargo, y teniendo en cuenta que el verdadero acierto de la novela es precisamente el final, me guardaré de contarlo para salvaguardar la lectura a todos aquellos quienes todavía disfrutan leyendo.

En definitivas cuentas, y aunque parezca claramente una autofelación, puedo afirmar con rotundidad que nuestros dos últimos títulos tienen regusto a puro clásico. Quienes sean incondicionales de nuestros libros por el humor zafio se encontrarán un tanto descuidados puesto que, al tratar mayormente sobre sexo, en esta ocasión el humor grueso ha quedado un poco arrinconado. Sin embargo, quienes entienden que el sentido de nuestras publicaciones son las barrabasadas y el forzar los límites, en plan Andy Kaufman y tal, encontrarán en Espabila coño y en Cyka blyat una nueva razón para sentirse orgullosos de pertenecer al círculo de adeptos a la nueva literatura demigrante.

Pues eso, que con reconocimiento o sin él: ¡Feliz día del libro a tutti!

-R-