De sobras es conocido el dicho de que segundas partes nunca
fueron buenas, pues bien, en esta ocasión tampoco iba a ser diferente. Ayer
estuve en el aeropuerto, esperando a que las chicas viniesen de Oviedo, y como
llegué bastante sobrado de tiempo aproveché para leer ¡CHAPARRÓN DE POLLAS! Ya
sabéis, como aquel que se lee un libro que no es el suyo.
Mi valoración: Iba a decir ‘entretenido’, pero me da a mí que la palabra exacta es ‘flojo’
En efecto, ¡CHAPARRÓN DE POLLAS! podría haber sido un libro buenísimo (pero BUENÍSIMO) y, sinceramente os lo digo, no me lo parece. En esta ocasión se presentan dos volúmenes nuevos, el III y el IV, dentro de lo que vendría a ser este tomo 1 sucesor del ¡MARICONES DEL ESPACIO! tomo 0. Como son dos piezas completamente diferentes, voy a componer mi crítica en dos partes.
El volumen III, como siempre para mi gusto, es muy bueno; de verdad, todo él. La lectura es muy fluida, toca diversos estilos narrativos y sobre todo, lo que considero más importante, tiene alma. Por fin hay alguien ahí. Comienza con una redacción sublime que se llama “El náufrago” de la que me siento orgulloso cada vez que la leo. Luego viene directamente la trama, donde descubrimos que Polla Pesebre se encuentra recluido en una institución mental mientras espera juicio como presunto autor de unos crímenes violentos. Hasta aquí ya podemos constatar que ¡CHAPARRÓN DE POLLAS! tiene un argumento mucho más sólido que ¡MARICONES DEL ESPACIO!, es decir, existe una línea argumental definida, lo cual lo convierte ya en una verdadera narración. En “Mi polla quiere hacerte una entrevista” descubrimos finalmente al hombre; Polla Pesebre nos abre su corazón, aunque sea hablándole a su polla, y consigue aproximarnos a él. Este capítulo es muy agradecido de releer, pues nos da la sensación de que estamos como en un bar compartiendo los problemas de un verdadero amigo. Para mí es de las mejores partes del libro, sobre todo por la sinceridad y la transparencia con la que está relatada, pese a que en un principio pueda parecer que es un área inconexa de la narración. Lo siguiente que encontramos es "Bollymierdas", el alma del ¡Maricones!, ya sabéis: humor sórdido, truculento, estomagante y cruel.
Mi valoración: Iba a decir ‘entretenido’, pero me da a mí que la palabra exacta es ‘flojo’
En efecto, ¡CHAPARRÓN DE POLLAS! podría haber sido un libro buenísimo (pero BUENÍSIMO) y, sinceramente os lo digo, no me lo parece. En esta ocasión se presentan dos volúmenes nuevos, el III y el IV, dentro de lo que vendría a ser este tomo 1 sucesor del ¡MARICONES DEL ESPACIO! tomo 0. Como son dos piezas completamente diferentes, voy a componer mi crítica en dos partes.
El volumen III, como siempre para mi gusto, es muy bueno; de verdad, todo él. La lectura es muy fluida, toca diversos estilos narrativos y sobre todo, lo que considero más importante, tiene alma. Por fin hay alguien ahí. Comienza con una redacción sublime que se llama “El náufrago” de la que me siento orgulloso cada vez que la leo. Luego viene directamente la trama, donde descubrimos que Polla Pesebre se encuentra recluido en una institución mental mientras espera juicio como presunto autor de unos crímenes violentos. Hasta aquí ya podemos constatar que ¡CHAPARRÓN DE POLLAS! tiene un argumento mucho más sólido que ¡MARICONES DEL ESPACIO!, es decir, existe una línea argumental definida, lo cual lo convierte ya en una verdadera narración. En “Mi polla quiere hacerte una entrevista” descubrimos finalmente al hombre; Polla Pesebre nos abre su corazón, aunque sea hablándole a su polla, y consigue aproximarnos a él. Este capítulo es muy agradecido de releer, pues nos da la sensación de que estamos como en un bar compartiendo los problemas de un verdadero amigo. Para mí es de las mejores partes del libro, sobre todo por la sinceridad y la transparencia con la que está relatada, pese a que en un principio pueda parecer que es un área inconexa de la narración. Lo siguiente que encontramos es "Bollymierdas", el alma del ¡Maricones!, ya sabéis: humor sórdido, truculento, estomagante y cruel.
Le siguen “los crímenes en la calle de la mierda” donde se
nos presenta la trama criminal que plantea el libro y luego vienen “Cuaderno de
Bitácora estelar” donde finalmente concluyen los relatos del capitán Tarsicio
Petaclio. A mí en particular me parecen sublimes, pone las cotas del
¡Maricones! en la estratosfera narrativa pues son muy amenos, divertidos,
interesantes y con ese punto de “coherencia absurda” que te hace pensar: ¡Joder,
éste libro está de puta madre!
Hasta ahí el volumen III. Volumen IV en comparación es
bastante más flojo, pese a que todo está muy bien traído y tal. La verdad, da
un poco la sensación como que hay partes que le sobran, o que le restan
credibilidad incluso al buen sabor de boca que dejaba la primera mitad. No está mal, desde luego, pero es el lastre que arrastra el libro y que
hace que ¡CHAPARRÓN DE POLLAS! no sea el hito literario que yo esperaba de él.
Vamos por partes:
“Morcilla gótica” retrotrae al lector hasta la línea narrativa del primer ¡MARICONES DEL ESPACIO! Para mí, ya vendría a ser como un paso atrás. Lo cierto es que sirve para hilvanar un relato con el otro, es un punto de encuentro entre ambos tomos, sucede que rompe radicalmente con el ritmo que tenía ¡CHAPARRÓN DE POLLAS!, es como un “freenaaa, que vienen curvas”; vamos, que tienes que frenar en seco, abandonar lo que habías leído hasta entonces y comenzar de nuevo como si estuvieses leyendo un libro diferente. En “Los mantras de Juanantonio” y “Chaparrón de pollas” encontramos la quinta esencia de esta nueva publicación, el verdadero humor absurdo. A mí no es que me haga especialmente gracia… pero sé que hay gente a la que sí que se la hace, así que no es plan de criticar pues para gustos, colores. Recuerdo que, después de los 50 maravillosos primeros capítulos de LA HORA CHANANTE, sus seguidores teníamos puestas todas nuestras ilusiones en MUCHACHADA NUI, su esperada secuela para la televisión pública. Daban un capítulo a la semana, y recuerdo perfectamente que leía un blog donde los seguidores de la serie opinaban al respecto. Cada semana pasaba igual, cuando a mí el capítulo me parecía una mierda siempre encontrabas a alguien que le había parecido sensacional… incluso al revés, cuando a ti te parecía que habían hecho un programa buenísimo luego encontrabas peña que te decía que había sido aburrido, nefasto, soso y sus etcéteras. Todo esto venía a cuento del humor absurdo, supongo que, igual que pasaba con MUCHACHADA NUI, habrá lectores que encontrarán más acertada esta parte que la anterior. A mí en particular, no me mata, pese a que las invocaciones de Juanantonio el Chamán son perfectas para recitarlas en una noche de borrachera, jajajajaja.
“Breviario de historia homosexual” es el peñazo del libro. Lo dicho, son los típicos capítulos que los lees sólo una vez. Eran necesarios por la misma razón de antes, para reforzar el concepto argumental del ¡MARICONES DEL ESPACIO! pero insisto, son estos capítulos los que decididamente bajan el listón.
“Morcilla gótica” retrotrae al lector hasta la línea narrativa del primer ¡MARICONES DEL ESPACIO! Para mí, ya vendría a ser como un paso atrás. Lo cierto es que sirve para hilvanar un relato con el otro, es un punto de encuentro entre ambos tomos, sucede que rompe radicalmente con el ritmo que tenía ¡CHAPARRÓN DE POLLAS!, es como un “freenaaa, que vienen curvas”; vamos, que tienes que frenar en seco, abandonar lo que habías leído hasta entonces y comenzar de nuevo como si estuvieses leyendo un libro diferente. En “Los mantras de Juanantonio” y “Chaparrón de pollas” encontramos la quinta esencia de esta nueva publicación, el verdadero humor absurdo. A mí no es que me haga especialmente gracia… pero sé que hay gente a la que sí que se la hace, así que no es plan de criticar pues para gustos, colores. Recuerdo que, después de los 50 maravillosos primeros capítulos de LA HORA CHANANTE, sus seguidores teníamos puestas todas nuestras ilusiones en MUCHACHADA NUI, su esperada secuela para la televisión pública. Daban un capítulo a la semana, y recuerdo perfectamente que leía un blog donde los seguidores de la serie opinaban al respecto. Cada semana pasaba igual, cuando a mí el capítulo me parecía una mierda siempre encontrabas a alguien que le había parecido sensacional… incluso al revés, cuando a ti te parecía que habían hecho un programa buenísimo luego encontrabas peña que te decía que había sido aburrido, nefasto, soso y sus etcéteras. Todo esto venía a cuento del humor absurdo, supongo que, igual que pasaba con MUCHACHADA NUI, habrá lectores que encontrarán más acertada esta parte que la anterior. A mí en particular, no me mata, pese a que las invocaciones de Juanantonio el Chamán son perfectas para recitarlas en una noche de borrachera, jajajajaja.
“Breviario de historia homosexual” es el peñazo del libro. Lo dicho, son los típicos capítulos que los lees sólo una vez. Eran necesarios por la misma razón de antes, para reforzar el concepto argumental del ¡MARICONES DEL ESPACIO! pero insisto, son estos capítulos los que decididamente bajan el listón.
Por suerte, poco antes de terminar, el libro vuelve a
despegar con “Crónica del lesbianismo en la tierra” que es la mar de simpático
e incluso tiene una parte en plan relato pornográfico cuando se plantea cómo se
inventó el lesbianismo, jajajaja. La verdad es que sí, que esa parte es muy
buena. De nuevo, el buen sabor de boca nos lo dejará “Reflexiones de un humano
heterosexual”, donde se recupera el concepto de “traca final”, el espectáculo
pirotécnico de clausura que comienza a caracterizar al ¡Maricones!
Así pues, en conclusión, esta vez compararé ¡CHAPARRÓN DE
POLLAS! con APOCALYPSE DUDES de TURBONEGRO. Para mí el resultado es el mismo:
comienza muy bien, la primera mitad es fantástica, gana en calidad respecto a
la entrega anterior, tiene momentos espectaculares… pero luego llega un punto
en que no se puede subir más, la intensidad se convierte en monotonía y el
subidón comienza a amainar; se produce algo así como un gatillazo, como un destrempe.
De todas formas, y pese al gatillazo, la cosa remonta para el final y
conseguimos salvar la noche. En el caso de APOCALYPSE DUDES sucede igual,
comienza de la hostia, continua cojonudo, luego se produce la fase de destrempe y
finalmente concluye con “humiliation street” y “good head” que son el mejor
sabor de boca para terminar un disco.
En definitivas cuentas, y utilizando de nuevo el símil
sexual, ¡CHAPARRÓN DE POLLAS! es como ligarte a una tía buenísima, que ya en la
primera cita te la llevas a la cama; es decir, la hostia, vamos. A ella la ves súper dispuesta con los
preliminares, todo va a las mil maravillas, pero luego, justo después de metérsela,
la cosa se convierte en trote machacón, demasiado pistoneo y lo que debía ser
sexo de primera calidad te lo encuentras un tanto impostado. Por suerte acabáis
llegando los dos, cada uno a su ritmo, y te quedas con una sensación medianamente
satisfactoria. No ha sido el polvazo de tu vida, la verdad, pero al menos no
has tenido que pagar por ello y encima parece que podrás repetir. Jajajajaa, sí
sí, tal cual.
Mi conclusión: Me jode soberanamente haber estado tan cerca de conseguirlo... y al final, nada. Como os decía, ¡Chaparrón! es un ‘suficiente’ pelao. Pero un suficiente que a mí me deja regusto amargo precisamente porque podríamos haber ido a por nota. Es probable que también influya el hecho de lo muy trillado que lo tengo, y que el humor no es exactamente el que a mí más me gusta. Lo cierto es que, narrativamente, se percibe mucho más sólido que el ¡Maricones! pues las historias originales son mucho mejores… pero encuentro que le falta algo más de aquella chispa que sí tenía el anterior y, sobretodo, que para el próximo número debería conseguir evitar esos “gatillazos literarios”. Leedlo pues, sabiendo que yo mismo no le doy mis diez... aunque, bueno, también sucede como con las películas que vas a ver sin esperar mucho de ellas ¿no? Es importante mantener las expectativas bajas, pues así siempre puedes sorprenderte para bien.
-R-
Mi conclusión: Me jode soberanamente haber estado tan cerca de conseguirlo... y al final, nada. Como os decía, ¡Chaparrón! es un ‘suficiente’ pelao. Pero un suficiente que a mí me deja regusto amargo precisamente porque podríamos haber ido a por nota. Es probable que también influya el hecho de lo muy trillado que lo tengo, y que el humor no es exactamente el que a mí más me gusta. Lo cierto es que, narrativamente, se percibe mucho más sólido que el ¡Maricones! pues las historias originales son mucho mejores… pero encuentro que le falta algo más de aquella chispa que sí tenía el anterior y, sobretodo, que para el próximo número debería conseguir evitar esos “gatillazos literarios”. Leedlo pues, sabiendo que yo mismo no le doy mis diez... aunque, bueno, también sucede como con las películas que vas a ver sin esperar mucho de ellas ¿no? Es importante mantener las expectativas bajas, pues así siempre puedes sorprenderte para bien.
-R-
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