En total contraste con la biografía insustancial que le escribieron a Lemmy, creo poder afirmar con rotundidad que Commando es un libro de putísima madre. Tal como podéis apreciar en la foto estuve leyendo el libro en mi ebook reader, un aparatejo que mis viejos me regalaron un año por mi cumple a sabiendas de mi conocida afición por leer. Obviamente detesto esos cacharros puesto que, como os decía, a mí me gusta leer. No lo había usado nunca. En serio. Tuve que buscarlo durante toda una tarde porque era la primera vez en diez años que lo iba a utilizar, de hecho poco después de que me lo regalaran se lo dejé al Juanan y él fue el único que hasta ahora le había sacado un poco de provecho, para leer sus libros de Terry Pratchett, Asimov y los de Juego de tronos cuando no los conocía ni su padre. Total, que me bajé el libro en EPUB para leerlo por la patilla porque en este caso consideraba un atraco a mano armada el pagar 21 euros del ala por un libro de 200 páginas, escrito con una letra de tamaño de parvulario y lleno de fotos. Los de la editorial Malpaso me tendrán que perdonar, pero es que a simple vista parece el típico caso en que te venden un libro que bien podría tener 40 páginas y te lo maquetan en plan diáfano para poder darle al libro un grosor aceptable, justificando así los veinte pavos que te van a sangrar. Bueno, pues que sepan que después de leerlo he decidido comprarlo. Commando se merece estar en mi estantería junto con la biografía de Ozzy, la de John Lydon y ese que se llama "Por favor, mátame" o algo por el estilo.
Lo primero que puedo destacar favorablemente del libro es que tiene la verdadera esencia de Johnny: Es conciso, va al grano y no se esconde nada porque no necesita hacerlo. Al compararlo con el de Lemmy he podido comprobar con entusiasmo que Commando no adolece de las carencias que tenía el anterior. El libro tiene una progresión lineal y, pese a que se puede decir claramente que es muy corto, no se deja nada en el tintero. Sucede exactamente igual que con las canciones o los discos de Ramones: Son cortas/os pero intensas/os. De hecho lo leí en dos noches.
Lo que sacamos en claro después de leer el libro es que Johnny era el currante, el que se encargaba de sostener el verdadero peso de la banda. Los tres primeros discos, donde él todavía preservaba el liderazgo, contienen su verdadera sustancia. Luego nos explica que en cuanto Tommy dejó la batería y se metió por medio el guarreras de Phil Spector todo se les fue a la mierda. Por cierto, me encanta que hable sin tapujos sobre lo muy negrero y déspota que era el sujeto ese en cuestión, me recordó a la entrevista aquella de Quincy Jones. Por lo visto, cuando entró Marky a la batería Joey y Dee Dee se aliaron para tomar conjuntamente las decisiones que afectaban a la banda y, claro, en cuanto tenían que votar democráticamente Johnny solía salir perdiendo. Como no llevaba bien eso de no poder mandar, se dejó hacer y se concentró en su objetivo: Ir haciendo conciertos, que era lo que a él le molaba, y recaudar un millón de dólares para poder jubilarse tranquilamente.
El pragmatismo es en todo momento la corriente sobre la que Johnny Ramone apoya lo que sucede en su vida, no es la típica estrella del rock con trastornos y adicciones. Como siempre, es de agradecer que alguien nos de una visión distinta de lo que es el negocio de la música. Hay un momento durante la narración, ya para lo último, donde llega el punto en que Ramones comienzan a triunfar de verdad ganando buenas perras en sus conciertos y Johnny no tiene ningún problema en hablar abiertamente de cuánto recaudaban en todo momento.
Lo dicho, por lo muy conciso que es, por cómo habla de sus relaciones con los demás y por lo amable de su redacción no puedo sino recomendar Commando para que la gente que vive idealizando el circo del rock se de un baño de realidad. A mi socio le encantará descubrir que la película favorita del susodicho es "La cosa", y mención especial merece el último apartado del libro donde Johnny reseña todos los discos de Ramones. Aunque lo hace de forma breve, me parto el rabo cuando dice que tal canción o tal otra le parecen una mierda porque coincido con casi todo. Tal vez no fuese un genio creativo como eran Dee Dee y Joey, pero lo que es seguro es que el guitarrista de Ramones tenía claro qué era lo que le gustaba y qué era lo que no.
Y bueno, la otra semana estuve discutiendo con mi socio acerca de publicar este artículo, donde abiertamente me exponía a reconocer que me bajé el libro por la patilla y tal. A mí me suda el nabo, claro está, ya que si regalamos todos nuestros libros es precisamente porque yo no creo en esa mierda de la privatización cultural con fines lucrativos. La verdad es que a diferencia de los discos, que ahora me bajo un montón y antes me los grababa en cassette, éste es el primer libro que me bajo y me leo en EPUB. El Landser y yo tuvimos la típica discusión sobre la piratería, donde yo le sacaba a relucir el argumento aquel sobre el disfemismo y las connotaciones negativas que se atribuían a dicha palabra sólo por llamarlo "piratería" (ese diálogo que venía incluido en una disco de Tote King) y él me sacaba a relucir que ahora estamos en el bando contrario y no podemos hacer apología de las descargas ilegales cuando teníamos a nuestro alrededor gente que se mueve claramente por intereses comerciales. Si os parece, dejémoslo aquí. Yo por mi parte acepté en su día acatar las reglas del juego y, bueno, ya veremos cuántas veces más tendré que discutir para que las cosas se hagan como es debido. Es por eso por lo que me identifico con el trabajo de Johnny Ramone, al margen de lo musical fue un luchador y un currante. Me meo yo en la peña vaga que espera a que las cosas le caigan del cielo.
Me quedo con una frase suya muy sencilla pero muy verdadera que dice así: Creía que en este negocio si eras bueno te iba bien. Pero no es cierto.
Gracias, amigos de Malpaso, por una edición tan magnífica de este libro. Prometo comprarlo.
-R-
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