NO SOMOS NÚMEROS - MI PROBLEMA CON LAS REDES SOCIALES II

La verdad, no os negaré que estuve tentado varias veces. Veréis, desde que comencé con este blog, cuando lo estaba creando, me surgió la posibilidad tanto de añadir un apartado de 'seguidores' como el de monetizar (que palabra más horrenda) sus visitas.

Lo del apartado de seguidores me pareció de lo más infame, precisamente por lo mismo que os planteo ahora: No somos números. Si bien ha habido ocasiones en las que he pensado que añadiendo dicho apartado podría contribuir a recabar más visitas, darle más visibilidad a nuestra propuesta editorial o implementarle más movimiento al blog, finalmente terminé descartando esta opción. 

¿Por qué? Pues porque este es nuestro espacio. Aquí hemos ido relatando desde el comienzo todo el proceso de creación de nuestra editorial y de la publicación de nuestros libros. La intención es que sirva de entretenimiento para quienes siguen con interés nuestras andanzas o que sirva de guía para aquellos que llegan a nuestro blog rastreando respuestas en Google. No es un club de fans. No es una plataforma para contar seguidores. Ni os imagináis lo patético que me resulta cuando veo a la gente de twitter jactándose o alardeando de tener un número importante de ellos, jajajaja. Es todo mentira; es irreal. No cuesta una puñetera mierda darle al botón de 'seguir' y la peña lo pulsa alegremente, a veces esperando que le sigan a cambio de seguir, no sé si me explico. 

Pues eso, que hoy por hoy me alegro de no haber puesto aquí una sección de seguidores. Mendigar retuits, laiks y fologüers degrada cualquier iniciativa y corrompe la singularidad de cualquier nueva propuesta. En el mundo de internet todo va demasiado deprisa; a lo mejor mañana te pones de moda por publicar cualquier chorrada y al día siguiente se te queda el canal desierto porque ya no molas una mierda. Es por ello por lo que quiero insistir en la importancia de desmarcarse de las redes sociales; restan aura de exclusividad. Por otra parte, para mí es un placer recibir correos de quienes encuentran nuestros libros por casualidad y nos escriben cantando alabanzas; da igual que sean pocos, como decía Aleister Crowley en el libro de la ley toda persona es una estrella, jajaja. Toda opinión es tan bien recibida como si llegase de parte de un ministro de exteriores.

Hala, pero vosotros seguid contando seguidores de mierda, borregas. Así os tienen entretenidos ^^

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