Ayer por la mañana el director de ventas de mi curro, que dicho así suena bastante exagerado pues es un pavo la mar de normal, vino chuleándose de que traía una chaqueta nueva la hostia de guapa. La chaqueta en cuestión es de una marca MUY exclusiva que se llama SUPREME, que por lo visto se dedican a fabricar ediciones limitadas de ropa y complementos. Según nos contó, hacen muchísimo dinero porque la peña se mata por comprar cualquier mierda que lleve el logotipo de dicha marca comercial y es que los susodichos ponen a la venta, me lo invento, 100 unidades de una camiseta que lleve un diseño de moda con su logo de mierda, y en menos de un minuto se quedan sin existencias.
La marca de marras es como esta, pero pone Supreme (su primo) |
El director de ventas, que es gayer, traía una chaqueta tipo Harrington con dos dibujos cosidos de la película Akira. Digo cosidos porque no estaban estampados ni tampoco bordados, no, los dibujos estaban en una tela que habían cosido sobre la chaqueta como si fueran parches. A mí me pareció bastante, cómo decirlo, bastante cutre para valer lo que vale y que encima la gente se mate por ella... pero claro, a mí me olió a que podía aprender algo de todo ese rollo de las marcas exclusivas así que me puse a indagar y he estado aprendiendo algunas cosas que tal vez nos vengan bien poner en práctica.
El desarrollo de una marca, o como lo llaman los cenutrios amantes de los anglicismos: Branding, puede parecer una gilipollez, pero es una corriente del capitalismo que sirve para rentabilizar y explotar las marcas comerciales. La gente pide que existan estas cosas, es decir, marcas que se asocien con una definición personal que les ayude a decirles a los demás: Eh, soy heavy / raper / skater... u homosexual con buen gusto. Ejemplos que podemos encontrar en marcas como VANS, que está asociada al rollo skater (ir de guay) o marcas como OVLAS que vendría a significar que por llevar su ropa eres un homosexual de alto estánding, o como LONSDALE en los '90, que significaba que eras un pelao y estabas dispuesto a partirte la cara con quien fuera.
Esta tía es la máxima responsable de nuestro éxito comercial. |
La cosa es que nosotros tenemos una marca, Condiloma Ediciones, que debería estar asociada a lo que es: Una marca editorial que se dedica exclusivamente a producir libros con un contenido extremo y que en principio están dirigidos a un público al que le gusta corromperse leyendo este tipo de mierdas.
Ha quedado espectacular. La peña lo dice. |
Condiloma ediciones, nuestro proyecto editorial que por el momento es clandestino, no genera prácticamente nada de beneficios y apenas tiene unos pocos libros publicados, podría tomar una trayectoria parecida a las de esas marcas que ganan pasta gracias a la exclusividad. Me explico: Si sólo creamos libros chungos, es probable que otros escritores quieran amparar sus libros bajo nuestra marca. Eso significaría que Condiloma Ed. sería siempre sinónimo de libros para enfermos mentales, jajaja. También podríamos seguir el ejemplo de esos Supreme y, en lugar de producir libros a cholón, podríamos ir sacando ediciones limitadas de todos nuestros libros por tal de otorgarles exclusividad y un valor añadido.
Bueno, ya sabéis, todo esto es lo que se me ocurrió después de conocer el rollo de la marca esa. El caso es que, como os decía en el post anterior, acabamos el año con todos los objetivos cumplidos de esta segunda parte de nuestro plan de expansión. Ahora toca seguir mirando hacia adelante y bueno, de momento está claro que volveré a escribir para que el año próximo vea la luz nuestra nueva novela y luego está el ver qué tal se desenvuelve el ¡Maricones manía! cuando comience a llegar a las tiendas.
Objetivos de 2017 100% cumplidos. Gracias a Libros de Autoengaño. |
Toda esta chapa que os he metido en realidad sólo me sirve para dejarla aquí apuntada y recuperarla cuando se nos presente la ocasión de llevar más lejos nuestro proyecto editorial. Todo se andará, como veis, pues ya hemos andado mucho. Nuestro primer objetivo fue conseguir sacar los libros en físico, y lo conseguimos el año pasado; nuestro segundo objetivo fue llevar nuestros libros a las tiendas, y también lo hemos conseguido. Veremos qué nos depara 2018, ya os lo iré contando sobre la marcha.
Hala peña, me piro al sobre. Sin paja ni nada, que ya cayó una al mediodía y estoy hecho un fiasco.
-R-