Según reza Wikipedia, Pablo Picasso había dicho que Las once mil vergas de Guillaume Apollinaire era el mejor libro que había leído en toda su vida. Menuda premisa ¿verdad? Y lo entiendo perfectamente, puesto que los pasajes obscenos y truculentos que relata en ocasiones pulverizan los límites de lo real y te sumerge en una fantasía morbosa que bien se podría decir que solo podría ser propia de los sueños o de las pesadillas. Pero dejadme que os explique primero cuál ha sido el rastro que he ido siguiendo para encontrar este tesoro del pasado, que es la única novela que podría considerarse pionera y precursora de la literatura excremencial que ostenta la colección Maricones del espacio. Todo se remonta, cómo no, a la cinta de los Traguel jajajaja.
Tras encontrar en el desván de mis padres una cinta de cassette llamada "Cantemos con los traguel", tirando del hilo en Discogs encontramos un sello discográfico llamado M60 que publicaba cassettes eróticos de gasolinera. Ya sabéis, de ahí sacamos entre otras Las orgías de Satán; Escuela de vampiras; Las Sexy espías atacan; Esclavas del sexo; Placeres secretos y la cinta que nos atañe llamada Las once mil vergas. Esta última, firmada por Guillaume Apollinaire, parecía un relato más producto de las ocurrencias del desenfadado sello discográfico... pero tras la primera escucha uno se da cuenta que pertenece al relato de un verdadero escritor.
La novela, publicada en 1907, hace casi 120 años, se imprimió en la clandestinidad (como las nuestras, jaja) y se distribuyó entre los amigos y allegados de su autor. Ésta cuenta la historia de un príncipe rumano llamado Mony Vibescu (donde Mony significa Polla en rumano y Vibescu sexo anal en argot francés ¿os suena de algo? jajajaja) que, aburrido ya de follar con rumanas y dejarse encular por el cónsul de Serbia, decide que su destino está en París y allí que se va para vivir las más indecentes y monstruosas aventuras. La semana pasada compré la novela por 2€ en Todocolección (viva), me puse a leerla ayer y me fundí 90 páginas de una tacada. El libro tiene 160 páginas, así que de nuevo podría decirse que sería como una más de nuestras publicaciones ^^
Se entiende que el libro pretende ser más humorístico que erótico, mayormente porque las situaciones se desarrollan de forma aleatoria e incluso irreal. Sucede que el humor del relato se basa en el exceso, en la caricatura y en la monstruosidad... por lo que está claro que a día de hoy sigue siendo igual de reprobable que cuando se publicó a comienzos del siglo pasado. Quiero decir, que se producen asesinatos y violaciones sin que exista consecuencia alguna :roto2: asimismo el libro es como un muestrario exhaustivo de los tags del porno moderno jajaja. Se suceden sin rubor escenas de lesbianismo, menage a trois, bisexualidad, sodomía, sadismo, necrofilia, gerontofilia, eproctofilia, escatología, zoofilia, rollo cuckold de ese e incluso alguna ligera referencia a la pederastia que te deja muy mal cuerpo en plan "Qué cojones estoy leyendo" :( Es por ello por lo que he querido compararlo con "A Serbian film" en el título de este artículo, precisamente porque leyéndolo he tenido la misma sensación que cuando vi la película: Se trata de una experiencia muy extrema que sobrepasa cualquier límite moral autoimpuesto. Vamos, sin filtro, lo mismo que sucede en los sueños.
Aún tengo que terminar el libro, lo haré esta noche, pero puedo igualmente escribir el artículo porque lo que me interesaba era daros a conocer esta novela de la que ya nadie habla a día de hoy y me parece mucho más interesante que otras del género tales como Historia de O, La venus de las pieles o las obras escritas por el Marqués de Sade. Como os decía es la desproporción y el surrealismo lo que la diferencia ampliamente de las historias anteriores.
Pese a que en ella no aparece el libro al completo, la cassette de M60 nos trae las partes más significativas de la historia que sirven para poder construir el relato. Estas son:
- El príncipe de los enculados.
- La verga de Cornabeaux.
- El hombre de los tres testículos.
- Quien a verga vive, a verga muere.
Incluso trae una cancioncilla a mitad del relato llamada "Jodamos labriegos, jodamos" JaAJAJAJAAA
Al igual que sucede cuando se lleva un libro a la gran pantalla, la cinta está obviando las escenas más impúdicas y reprobables del relato (que ya es decir, jajaja). Es por ello por lo que os invito a conocer el libro si después de todo lo expuesto todavía os despierta curiosidad. A mi modo de ver, y si os gusta leer, pasar de este libro sería como ir a Port Aventura y no subirse al Shambala o al Dragon Khan.
Por último, despido este artículo con la promesa de subir la 'sentenaria sinta' más adelante.
¿Quién os trae siempre lo puto peor? Condiloma ediciones, sí. Vuestro proveedor de confianza jaja salu2.