Tal y como relataba Ozzy Osbourne en su biografía, cuando Black Sabbath comenzaron a dar sus primeros conciertos él solía quejarse de que le daba palo salir al escenario a cantar porque la peña no se sabía las letras de sus canciones y mayormente lo que hacía el público era mirarles con cara de pasmo. Fue Tony Iommi quien le dijo: "No te preocupes, con el tiempo ya se las aprenderán".
Con respecto a la importancia de ser los primeros:
Lo que está claro, y es lo que hablamos con Ana y Juan el domingo pasado, es que nunca más va a volver a haber unos Metallica, ni unos Iron Maiden, ni un Bowie, ni un Lemmy... Cualquier cantante que aparezca con los años y que lleve un ojo de cada color siempre será comparado con Bowie; cualquier grupo que toque thrash siempre será comparado con Metallica; cualquier pavo que salga a cantar con botas camperas y sombrero de cowboy será comparado con Lemmy; me pregunto si volverá a haber alguien que tenga los santos cojones a decapitar un murciélago de un mordisco como hizo Ozzy. Son cosas que, aunque volvieran a repetirse, ya no tendrán el impacto de ser novedosas. Al igual que ocurre con la historia de la humanidad, los acontecimientos suceden una primera vez y luego ya estamos todos aleccionados.
He ahí la importancia de ser los primeros en algo, pese a los inconvenientes que esto también conlleva. Ana me decía que claro, que era muy difícil el que nuestra editorial pudiera conseguir encumbrar un líder de ventas, porque nuestros libros están destinados a un sector del público muy concreto, es decir: Personas más o menos adultas con sentido del humor funesto y que además hablen en español. Si bien es cierto que es una muy buena acotación de nuestro lector-objetivo, también debo aclarar al respecto que nuestra intención nunca fue la de llegar a un público mayoritario sino hacer lo que realmente nos gusta. Por así decirlo, podríamos considerarnos los Napalm death de la literatura en español; no le gustaremos a todo el mundo, pero somos únicos para aquellos a quienes les mola lo que hacemos. Algo así como vendría a ser el Ballantines a los whiskys, es decir, 'el mejor de los peores', jajaja.
Con respecto a ser realista en cuanto a las ventas de nuestros libros:
La semana pasada traté de comprar el libro que ha salido sobre las memorias de La Veneno y está completamente agotado. Han sacado cuatro ediciones ya en muy poco tiempo, no hay manera de conseguirlo si no es pagando una pasta y comprándolo de segunda mano. Lo que hace la curiosidad, madre mía, y la envidia que me da la escritora esa que con un solo libro se está haciendo de oro (¡que cada libro cuesta veinte pavos!). Eso sí, lo que he podido aprender esta semana con respecto a crear un líder de ventas es:
1.- Que es muy importante generar necesidad y curiosidad con respecto a lo que estás vendiendo. Así es como se crea la demanda, tal como explicaba Leonardo Di Caprio en El lobo de Wall Street a través del ejemplo de la venta del bolígrafo. La escritora esta, Valeria Vargas, lo ha conseguido con su libro ¡Digo! Ni puta ni santa, las memorias de la Veneno, que claro está me compraré en cuanto pueda porque la curiosidad me puede. Y en cuanto a Cristina, que descanse en paz. Como os decía, un personaje así es irrepetible.
2.- Que no todas las épocas del año son propicias para vender. Miss Miserable me comentaban al respecto que ellos viven mayormente de las ventas que se generan por demanda en la campaña de navidad. Cierto es que hay una época para vender libros, y eso se tiene que tener muy presente de cara a si queremos darnos bombo para que Libros de autoengaño haga también el agosto gracias a nosotros.
Ya estudiaremos algún plan de ventas, yo por el momento les debo a mis colegas la publicación en físico del Sieg Heil y continuaré con lo mío, que es seguir escribiendo para sacar nuestro próximo libro que lógicamente preveo para mitad del año que viene.
¡Hala majos, que ya mismo estamos en fiestas! ¡Salud!
-R-
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