martes, 13 de diciembre de 2016

UNO SÓLO SE ARREPIENTE DE LAS COSAS QUE NO HACE

Difíciles han sido estas últimas semanas en cuanto al tema laboral se refiere. A mis amigos ya se lo conté, que después de dejar mi curro en el que llevaba 15 años de antigüedad me cambié a otro por tener un mejor horario y unas mejores condiciones, total, para que en 15 días me largasen a la puta calle porque al pazguato del hijo del jefe no le salió de los huevos que yo trabajase allí. Ya veis, el esfuerzo de quince años a tomar por el culo en quince días.
 
Obviamente, cuando vi el percal, me arrepentí mogollón de haber dejado mi anterior empleo... pero con los días pude darme cuenta de que, bueno, si no lo hubiese dejado entonces lo habría terminado dejando de todos modos. Había que arriesgar, es complicado que las cosas salgan bien a la primera, quien está acostumbrado a cambiar de empleo lo sabe de sobras.
 
Lo más importante tal y como os comentaba en algún artículo anterior, es aprender a sobreponerse al fracaso y tener siempre una actitud ganadora. Lo he aprendido gracias a mi experiencia con los libros y lo cierto es que puede aplicarse en cualquier ámbito de la vida. Lo dicho, no os dejéis vencer por el miedo al qué pasará ni os conforméis con lo que tenéis si es que no os gusta. De lo único que se arrepiente uno es de las cosas que no hace.
 
Mañana tengo una entrevista en una empresa importante. Cuando me estabilice de nuevo tendré ánimos para volver a la carga con los Maricones. ¡Ah! y gracias al cenutrio del que os hablaba ya tengo material de sobras para que el próximo libro sea tan bueno o más que el anterior, jajaja.
 
PD: La ilustración es de nuestro admirado Teodoro, quien fuera en su día Elreydespaña.
 
No perdáis la oportunidad de vivir, coño, que sólo sucede una vez en la vida.

-R-

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