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martes, 28 de octubre de 2025

MI PRIMER CASSETTE DE LOS INHUMANOS - MAS LÍBRANOS DEL ÉXITO PREMATURO

 Bienamados pollabiegas del infierno, todo esto viene a santo de que el pasado jueves fui de concierto a ver a los Bad manners y llevaba algunas semanas escuchando sus discos (Son el grupo con el mejor directo que existe y vosotros ni lo sabíais). En estas que al escuchar la canción Wooly bully me acordé que este tema fue una de las primeras canciones de rocanrol que me gustaron cuando apenas contaba yo con ocho pestes nacionales. No es nostalgia de esa de mierda, fue como la magdalena de Proust que me devolvió a mis raíces musicales. Os parecerá una gilipollez pero me ha servido para poner algunos asuntos en orden. Comenzamos:

Sí amigos (y no tan amigos), la veleidosidad de la mente tiene estas cosas y en esta ocasión quiso reencontrarme con el primer cassette que entró en mi casa justo después de los discos de canciones infantiles. Un verano de aquellos en los que todavía no habían llegado las cadenas privadas a televisión estuve taladrando a mis viejos con la canción MANUÉ, que 35 años después me sigue pareciendo una puta maravilla que ya nadie reivindica. También me gustaba mucho la de Toreros muertos que la tenía grabada de la radio; creo que fue el mismo año que iba a salir Batman de Tim Burton en el cine. Tanta era mi pasión por la tonadilla, y mi cansinismo, que al final mi padre accedió a comprarme un cassette de LOS INHUMANOS, agrupación musical valenciana que por aquel entonces se encontraba en la cima de su éxito gracias a su tercer trabajo "30 hombres solos". 

Por desgracia para mí el cassette que me compró era un recopilatorio con algunas de las canciones del álbum antes mencionado y por mala casualidad no venía incluida la canción de Manué :( :( :( Failazo. Además, habían algunas canciones que me hacían sentir mucha vergüenza ajena escucharlas en el coche con mis padres (Como la de "Qué difícil es hacer el amor" o "Me quiero") así que dejé el cassette en un cajón y ahí se quedó para el recuerdo.

Total que como la curiosidad es como es, hace poco rescaté de mí desván el cassette y he estado escuchando la discografía completa de Inhumanos durante un par de semanas. Os voy a contar qué es lo que he aprendido al respecto.

Inhumanos sacaron un disco debut homónimo con la canción Manué, y dicha canción es un temazo que les hizo adquirir algo de fama... Decir que el resto del disco no está mal pero vaya, que es más bien soso. Luego sacaron "Las chicas no tienen pilila", un nuevo LP donde la mayoría de los temas son igualmente sosillos pero destaca por la canción que da titulo al álbum. Fue en su tercer trabajo de larga duración donde se consolidan como un grupazo con canciones muy buenas. "30 hombres solos" contiene "Me duele la cara de ser tan guapo", canción que vengo incluyendo en mi repertorio habitual pues fue de las primeras que aprendí a tocar con la guitarra justo después de superar la barrera del Fa. Suelo incluirla cuando me da el arranque en alguna fiesta y está visto y comprobado que la gente se la sabe y les gusta. La verdad, suena a que esta canción fue creada para burlarse de los Hombres G, porque el estilo es similar.

El disco también trae la que para mí sería la mejor canción de la música española: "Duba-duba"; de crío la escuchaba en bucle de lo mucho que me gustaba. Tal vez por eso olvidé Manué. Y qué decir de "Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000", los arreglos al estilo The police se hacen ahora mucho más evidentes que entonces. Es una canción muy elaborada y con una letra muy simpática, también es una pena que haya quedado obviada con el tiempo. Es como el "Mi agüita amarilla" pero de los Inhumanos. No diré que sea un disco buenísimo, porque "Juanita Banana" me raya un poco y "Me quiero" me resulta demasiado repelente... Pero es un disco de música pop-rock en español que tiene muchas canciones buenas; a parte de las ya mencionadas también trae "Una pareja feliz" que podría haber sido un éxito en la radio si no hubiera estado eclipsada por las anteriores. Por último, "Wooly bully" y "ye-yé ye-yé" son dos versiones que me introdujeron al rock en mis primeros años de juventud. 

En fin, que le he pegado un repaso al resto de discos que han ido sacando Inhumanos y debo decir que han publicado un chorro de canciones de las que solo salvaría algunas contadas con los dedos de una mano. Es decir, justo cuando me gustaban estaban en su punto álgido. Luego han ido tirando pero nunca más con el acierto de "30 hombres solos". Hablo a razón de mi criterio, obviamente, me parecen muy buenas "te casaste, la cagaste" o "bicho malo pillé".

Y es que es así, hay un punto en el que como artista alcanzas la cima y ya difícilmente puedes volver a replicar dicho éxito durante el resto de tu carrera. El otro día alguien comparaba Tiburón con Tiburón 2, diciendo que como la primera ninguna ¡Nos ha jodido! Pues claro, porque no se puede hacer dos veces Tiburón. No se puede hacer lo mismo y pretender que la secuela sea mejor que el producto original. Tendrá que ser otra cosa distinta porque el concepto, la magia y lo inesperado ya se encuentran en la opera prima. Tiburón es un thriller y Tiburón 2 es un slasher, son dos modelos de película distintos porque el que sacó la segunda sabía de sobras que no podría superar nunca a la primera. Y el que quiera sacar ahora a la palestra "El padrino 2" o "Aliens" para desmontar mi argumento comprenderá que lo que digo se ajusta a este criterio: una secuela nunca debe ser igual que la original. 

Bueno pues eso, que para quien tenga ahora morriña de los Inhumanos le invito a escuchar "30 hombres solos" o "Directum tremens". Lo que saco en claro es que yo por mi parte estoy disfrutando por fin de nuestra aura andergraun. Me doy cuenta que en cuanto saltas a la palestra te vas irremediablemente a la mierda. Supongo que por querer agradar al público; por tomarte las cosas más en serio; por convertir tu pasión en una profesión... Luego a parte que todas las modas tienen una vida útil, claro está. Llegas, te estrujan unos meses y luego pasan de ti porque ya cansas. 

A mí siempre me quedará Manué. Me sigue gustando tanto como cuando era un crío, y me guardo esos dos discos en MP3 para escucharlos en el coche.

Abrazzers.

-R-

martes, 15 de abril de 2025

DE AQUÍ A LA ETERNIDAD - 1999 Y EL AÑO QUE MURIÓ LA MÚSICA QUE ME GUSTABA

 From here to eternity fue el último disco que compré recién salido en una tienda. Esto sucedió a mediados del año 1999, el año que para mí murió la música que me gustaba. Compré el disco absolutamente a ciegas, pues como mucho habría escuchado London Calling de los Clash (me refiero a la canción, no al disco), y debo decir que lo estuve escuchando muchísimo por aquel entonces. Me gustan todos los temas, e incluso el orden, de la primera a la última canción. Tal vez solo saltaría London Calling precisamente por estar demasiado manida. 


¿Podríais decirme vosotros algún otro disco del cual os gusten todas las canciones sin excepción? Tal vez sí, pero desde luego que éste no aparecería después de 1999. A eso es a lo que me refiero.

1999 estuvo marcado, para mí, por la publicación de los siguientes discos: Californication de los RHCP, Bury the hatchet de Cranberries y Surrender de los Chemical brothers. No digo que fuesen los mejores de ese año, obvio, pero sí me refiero a que fueron los que más corrieron por mi instituto. 

EDIT: Debía incluir en la lista el Hooray for boobies de Bloodhound gang :D 

Por contrapartida, por ahí asomaba ya el disco debut de Britney Spears (Facepalm); el Enema of the state de los Blink 182 (el disco que mató el punk rock tal como lo conocíamos en los '90);  el The real Slim Shady de Eminem (que daría la bienvenida a una nueva generación de aficionados al hip hop); el Significant other de Limp bizkit (que también daba la bienvenida a una nueva generación de aficionados al rap/nu-metal ese); Rage against the machine volvían con el muy descafeinado The battle of los Ángeles; Korn sacaron también el que sería su disco más flojo y por último el álbum debut de Slipknot, para mí el verdadero punto y final de la música que me gustaba. 

Supongo que NOFX lo tendrían bastante claro pues el disco que sacaban ese año se llamaría The decline. En el panorama patrio se nos moría Enrique Urquijo y Def Con dos sacaban el típico recopilatorio que presagiaba muerte.

Asimismo, en 1999 tuvo lugar uno de los acontecimientos más funestos en la historia de la música desde aquel "Día en que murió la música" que se llevó por delante a Buddy Holly y Richie Valens; me refiero al Woodstock '99 del cual poco se habló (por los motivos que menciono a continuación) hasta que hace poco hicieron un documental en Netflix y todo. Por lo visto fue un espectáculo totalmente caótico y bochornoso que terminó con violaciones, saqueo, incendios e incluso muertes. Como os decía no se habla mucho de ello pero lo cierto es que apoya mi teoría sobre el cambio de paradigma en lo musical.

Solo hay que ver los álbumes que vendrían al año siguiente, en el 2000, para darse cuenta que la cosa había acabado. Recuerdo que volvían Iron maiden con Dickinson en Brave new world y ahí ya te dabas cuenta que la cosa no volvería nunca a ser lo mismo. Eso por no hablar del New America de Bad religion que menuda puta decepción y luego toda la hornada de Linkin Park, Papa Roach o discos de punto y final como el Reinventing the steel de Pantera, el Conspiracy of One de The Offspring, el Pennybridge pioneers de Millencolin, Primitive de Soulfly, Numb nuts de Snuff, el Anniversary anthems de Toy dolls, el Rancid 2000 o Pump up the valuum de NOFX. Para mí, todos descafeinados o directamente decepcionantes :(

Además, tras los atentados del 11 de septiembre en 2001, el panorama musical cambió por el dolor y emergieron todas esas bandas sensibleras rollo Travis, Coldplay, Keane y similares. 

En fin, que esta semana he recuperado el álbum de los Clash y me ha venido esta reflexión a la mente. Durante un tiempo seguí comprando música, pero mayormente serían álbumes publicados antes del año 2000 o si lo eran me llevaba una decepción bastante gorda (Hefty fine de BHG, por poner un ejemplo).

A todo esto, os recomiendo From here to eternity. Es un buen disco para llevar en el coche, supongo que también me gusta por retrotraerme a una época donde podía comprar un disco a ciegas y llevarme un buen alegrón. No me ha vuelto a suceder, como mucho con Supervillanos de alquiler o algún otro de rap hispano.

-R-

lunes, 1 de marzo de 2021

UNA ODA AL SUPER HUMOR - MI PRIMER TESORO

El domingo estuve en casa de mis padres y en una estantería encontré mi primer SUPER HUMOR, concretamente el número 5, publicado en el '87.

Desde el mismo momento en que lo vi, asomando en la vitrina de un kiosco, lo codicié con fervor desmedido y le supliqué a mi madre que me lo comprase. Era una joya única, nunca antes vista, equivalía a gran cantidad de horas de diversión; muy socorrido para aquella época aciaga que eran los '80. 

Mientras lo hojeaba recordé cómo eran aquellas tardes de hastío de las que me salvaron Ibáñez, Escobar y compañía. Me habían salvado la vida. Pensé que había sido muy desconsiderado puesto que después de los 14 abandoné para siempre aquellos tebeos con los que tanto me había entretenido y divertido.

Entonces un Super humor valía unas 600 y pico pelas, hablo del 87, un verdadero pastizal para la época. Era un auténtico tesoro. Estuve semanas esperando y deseando tenerlo, preocupado por si alguien lo compraba antes que yo y me quedaba sin él para siempre. Hoy en día ese sentimiento ya no lo tienes, clicas en Amazon o eBay y compras todo lo que quieras al instante; en aquellos tiempos si no lo comprabas  perdías tu oportunidad y, además, en un pueblo era difícil encontrar novedades. Por fortuna se me cayó un diente una mañana de aquellas de sábado en las que después de Cajón desastre hacían Alf y fue el ratoncito Pérez (hoy el hada de los dientes) quien me agasajó con semejante regalazo. Debí leerlo cientos de veces, venían las historias de Chapeau el esmirriau y Magín el mago. Cuánta compañía me hicieron. 

En aquel instante me di cuenta de que en esos tebeos invertía mayormente el tiempo de mi vida, en la época en que la tele era un sopor, los espacios infantiles escasos y la diversión muy limitada. Cuando mis primos me vuelvan a preguntar "Qué hacíamos cuando no había Internet" les diré que pasaba semanas leyendo y releyendo Mortadelo y Zipi y Zape.

Cuantísimas horas dedicó aquella gente a sacarnos de la cotidianidad, a sacarnos del tedio funesto.

Creí que era importante recordármelo, y compartirlo con vosotros, ahora que ya no se le da valor a casi nada.

-R-